La bancarización en Honduras alcanza el 45%-47%, pero enfrenta pobreza e informalidad

Más del 59% de la población hondureña vive bajo la línea de pobreza
0 Shares
0
0
0
0

Tegucigalpa.  En 2025, la bancarización en Honduras alcanza el 45%-47%, pero enfrenta pobreza y informalidad. Comparada con Centroamérica, está rezagada frente a Costa Rica (87%) y Panamá (72%), mientras Nicaragua y Guatemala también luchan con bajos niveles de acceso a servicios financieros formales.

La bancarización, entendida como el acceso y uso de servicios financieros formales (cuentas bancarias, préstamos, tarjetas de débito/crédito, etc.), ha mostrado avances en Honduras, pero sigue enfrentando desafíos estructurales debido a la pobreza, la informalidad laboral y las limitaciones de infraestructura. Aquí están los puntos clave para 2024-2025:

Nivel de bancarización en 2024

Según el Banco Mundial y la CNBS, en 2023, aproximadamente el 43% de los adultos mayores de 15 años (alrededor de 2.8 millones de personas) tenían una cuenta en una institución financiera formal. En 2024, este porcentaje creció a 44%-45%, gracias a iniciativas gubernamentales, el aumento de remesas y un mayor uso de servicios digitales impulsados por la pandemia. Este crecimiento modesto refleja esfuerzos como la expansión de agentes bancarios, plataformas móviles y programas de inclusión financiera liderados por la CNBS y el BCH. Para 2025, se espera que la bancarización alcance un 46%-47%, aunque el ritmo de crecimiento sigue siendo lento debido a barreras estructurales.

Factores que limitan la bancarización
Pobreza y desigualdad: Más del 59% de la población hondureña vive bajo la línea de pobreza y el 36.2% en pobreza extrema (según el Banco Mundial, 2024), lo que limita el acceso a servicios financieros formales. Los costos mínimos de mantenimiento de cuentas bancarias y la falta de ingresos estables disuaden a muchos de abrir cuentas.
Informalidad laboral: Más del 60% de los trabajadores están en la economía informal, reduciendo su necesidad o capacidad de usar servicios bancarios formales, ya que dependen del efectivo y de sistemas informales.
Infraestructura limitada: Aunque ha habido avances, muchas áreas rurales (donde vive el 40% de la población) carecen de sucursales bancarias, cajeros automáticos o conectividad digital. La CNBS ha promovido agentes corresponsales (más de 12,000 puntos de servicio en 2024, según reportes) y servicios móviles, pero su alcance sigue siendo insuficiente en zonas remotas.
Remesas como motor: Las remesas, que representan cerca del 28% del PIB en 2024, han sido un factor clave para la bancarización, ya que muchos receptores abren cuentas para recibir transferencias desde EE.UU. y otros países. En 2024, las remesas crecieron un 5%, pero para 2025, el Banco Mundial proyecta un crecimiento más lento (aproximadamente 3%-4%) debido a una posible desaceleración en la economía estadounidense, lo que podría afectar este impulso.

Avances recientes del gobierno de Castro
El gobierno de Xiomara Castro, junto con el BCH y la CNBS, ha priorizado la inclusión financiera como parte del Plan de Gobierno 2022-2026. En 2024, se reportó un aumento del 12% en transacciones digitales, con un enfoque en plataformas móviles para pagos, transferencias y cobro de remesas. La CNBS también ha regulado fintechs y cooperativas, permitiendo que más personas accedan a servicios básicos.
La Corporación Financiera Internacional (IFC), parte del Grupo Banco Mundial, anunció en octubre de 2024 un paquete de financiamiento de USD 50 millones para Banpaís, enfocado en potenciar la inclusión financiera de mujeres empresarias, lo que podría impulsar la bancarización en 2025, especialmente en el sector de las MIPYMES.
La digitalización financiera ha ganado terreno, con un 60% de penetración de internet en 2024 (según el BCH), aunque la alfabetización digital sigue siendo un desafío, particularmente en áreas rurales.

Desafíos futuros para Honduras
La inflación, que rondó el 5% en 2024, y la devaluación de la lempira podrían limitar el acceso al crédito formal y reducir el poder adquisitivo, afectando la bancarización.
La inseguridad, la corrupción y la desconfianza en las instituciones financieras, según informes de transparencia y opiniones en plataformas como X, siguen siendo obstáculos para ampliar la cobertura.
La CNBS espera que, para 2025, la implementación de políticas públicas de inclusión financiera impulse el desarrollo económico, pero el impacto dependerá de la ejecución y de la inversión en infraestructura y educación financiera.
Comparación con Centroamérica en 2024-2025
La bancarización varía en Centroamérica debido a diferencias en economía, infraestructura, pobreza y políticas de inclusión financiera. Aquí está una comparación con los principales países de la región (Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá), basada en datos del Banco Mundial, el FMI y estudios regionales actualizados para 2024, con proyecciones para 2025:
Costa Rica: Líder regional con un 85% de bancarización en 2023, que alcanzó el 86% en 2024 y se proyecta al 87% en 2025. Su economía desarrollada, menor pobreza (22% en 2024) y sólida infraestructura financiera explican esta ventaja.
Panamá: Con un 70% de bancarización en 2023, llegó al 71% en 2024 y se espera un 72% en 2025, gracias a su posición como hub financiero, economía dolarizada y turismo, aunque la pobreza (25% en 2024) sigue siendo un desafío.
El Salvador: Ha avanzado con el Bitcoin y servicios digitales como Chivo Wallet, alcanzando un 62% en 2023 y un 64% en 2024, con una proyección de 65% en 2025. Sin embargo, la pobreza (30% en 2024) y la violencia limitan el acceso en áreas rurales.
Guatemala: Similar a Honduras, tiene una baja bancarización con un 42% en 2023, que creció a 43% en 2024, proyectándose un 44% en 2025. La pobreza (58% en 2024) y la informalidad laboral (70% de los trabajadores) son barreras principales.
Nicaragua: Con el nivel más bajo de la región, tenía un 38% de bancarización en 2023, alcanzó el 39% en 2024 y se espera un 40% en 2025. La pobreza (45% en 2024), el control estatal y las sanciones internacionales limitan el progreso, aunque las remesas (20% del PIB) impulsan un crecimiento lento.
Comparación general
Honduras vs. Centroamérica: Honduras se encuentra entre los países con menor bancarización en Centroamérica, superando solo a Nicaragua. Mientras Costa Rica y Panamá lideran con tasas superiores al 70%, Honduras y Guatemala rondan el 44%-47% en 2024, con proyecciones similares para 2025. Nicaragua se mantiene en el 39%-40%. Estas diferencias reflejan disparidades en PIB per cápita, infraestructura y pobreza: Honduras, con un PIB per cápita de aproximadamente $2,800 USD en 2024 (según el FMI), está entre los países más pobres de la región, junto con Nicaragua y Guatemala.
Tendencias comunes: En toda Centroamérica, la bancarización creció entre 2023 y 2024 debido a la digitalización postpandemia, las remesas y las políticas de inclusión financiera. Sin embargo, la informalidad laboral (60%-70% en Honduras, Guatemala y Nicaragua) y la pobreza siguen siendo obstáculos. Los países con economías más diversificadas y menor pobreza, como Costa Rica y Panamá, han avanzado más rápido.
Proyecciones para 2025: Se espera un crecimiento modesto en la bancarización en Centroamérica, con Honduras y Nicaragua mostrando los incrementos más lentos debido a sus desafíos estructurales. Costa Rica y Panamá consolidarán su liderazgo, mientras El Salvador podría cerrar la brecha gracias a la digitalización y las remesas.
Contexto adicional
Remesas y digitalización: En Honduras, las remesas (28% del PIB en 2024) son un motor clave de la bancarización, pero su crecimiento podría desacelerarse en 2025 si la economía estadounidense se ralentiza, como proyecta el Banco Mundial (crecimiento del PIB hondureño de 3.4% en 2025). La digitalización, con un 60% de penetración de internet en 2024, ha avanzado, pero la falta de alfabetización digital y la conectividad rural limitan su impacto.
Comparación con América Latina: A nivel continental, la bancarización en Centroamérica está por debajo del promedio de América Latina (73% en 2023, según McKinsey), donde países como Chile y México lideran con tasas superiores al 80%. Esto subraya la necesidad de Honduras de invertir en infraestructura, educación financiera y acceso digital para cerrar la brecha.
La bancarización en Honduras para 2024-2025 muestra un crecimiento lento pero constante, alcanzando el 44%-47%, pero sigue rezagada en comparación con otros países de Centroamérica, especialmente Costa Rica y Panamá, debido a la pobreza, la informalidad y las limitaciones de infraestructura. La región en su conjunto enfrenta desafíos similares, pero las diferencias económicas y políticas entre los países determinan su progreso en inclusión financiera.