Washington. Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y América Latina podrían verse afectadas independientemente de quién gane las elecciones de noviembre. Ariane Ortiz-Bollin, vicepresidenta y senior credit officer de la calificadora Moody’s anticipa que el próximo gobierno mantendrá su orientación hacia políticas comerciales más estrictas y prioridades en materia de inmigración, independientemente de quién gane las elecciones el 5 de noviembre.
Economía de América Latina en riesgo
Un gobierno con una postura proteccionista pondría en riesgo la economía de América Latina. Al imponer aranceles y restringir el comercio, se reducirían las exportaciones de la región, especialmente hacia Estados Unidos. Países como México y Centroamérica, altamente dependientes de este mercado, sufrirían las consecuencias más directas de estas políticas.
«Creemos que las deportaciones o restricciones en los cruces de migrantes afectarían más a países como Guatemala, Jamaica, Honduras y El Salvador, dado que las remesas de EE.UU. representan más del 16% del PIB de sus economías. Estas son la principal fuente de ingresos domésticos que impulsan el consumo»
Honduras en alto riesgo de perder ingresos por remesas
El impacto de las políticas migratorias restrictivas varía significativamente según la nacionalidad. Aunque muchos latinoamericanos y caribeños residentes en Estados Unidos son ciudadanos, existe una población considerable de inmigrantes indocumentados, especialmente entre venezolanos y hondureños.
Estos grupos, junto con los provenientes de Guatemala, Jamaica y El Salvador, serían los más afectados por medidas como las deportaciones o las restricciones en los cruces fronterizos. Esto se debe a que las remesas que envían a sus países de origen representan una parte crucial de sus economías, superando el 16% del PIB en algunos casos.
Las remesas ahora representan casi el 27% del PIB en Honduras, 26% en Nicaragua, 24% en El Salvador y casi 20% en Guatemala.
Estas remesas son la principal fuente de ingresos para millones de familias y son fundamentales para impulsar el consumo y el crecimiento económico.
Lucha contra el narcotráfico
La lucha contra el narcotráfico también influirá en la relación entre Estados Unidos y América Latina. Tanto un gobierno de Trump como uno de Harris intensificarían los esfuerzos para combatir a los cárteles, lo cual requeriría una mayor cooperación en materia de inteligencia.
Sin embargo, Moody’s señala que una administración de Harris estaría más dispuesta a abordar otros desafíos regionales, como la corrupción y el debilitamiento de las instituciones democráticas, aspectos que podrían ser menos prioritarios para una administración de Trump.