Honduras. Tras 32 años de operaciones en Honduras, el Grupo Santa Inés, una de las principales empresas camaroneras del país, ha decidido cerrar sus puertas. Esta decisión, que deja a cientos de hondureños sin empleo, se debe principalmente a la crisis del mercado camaronero, agravada por la ruptura de las relaciones diplomáticas con Taiwán, principal destino de sus exportaciones.
Antonio Cano, gerente general de Santa Inés, expresó su profundo pesar por esta situación y señaló que la empresa ha agotado todas las opciones para mantener sus operaciones. «La pérdida del mercado taiwanés, que representaba el 80% de nuestras exportaciones, ha sido un golpe muy duro», afirmó Cano.
El cierre de Santa Inés tendrá un impacto significativo en la economía hondureña, no solo por la pérdida de empleos, sino también por la disminución de las exportaciones y la contracción de la actividad económica en las zonas donde operaba la empresa.
Santa Inés, que llegó a ser líder en producción y exportación en la industria camaronera hondureña, experimentó un declive notable desde 2022, cuando ocupó el segundo lugar con 9,077,521 libras exportadas. En 2023 descendió al quinto puesto y en 2024 ocupó la penúltima posición entre 11 empresas.
El rompimiento de relaciones diplomáticas entre Honduras y Taiwán, anunciado en marzo de 2023, suspendió el tratado comercial que beneficiaba al sector camaronero. Esto resultó en la imposición de un arancel del 20% a partir de diciembre de ese año, afectando gravemente las exportaciones nacionales. En general, las ventas de camarón hondureño a Taiwán se desplomaron de 29,082,675 libras en 2022 a 9,355,895 libras en 2024, según datos de la Andah.