Transportistas de Honduras y El Salvador coinciden en que ferry entre ambos países no era viable

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La ruta marítima comercial entre El Salvador y Costa Rica, que buscaba impulsar el comercio entre ambos países, suspendió operaciones de manera indefinida el pasado 20 de diciembre, apenas cuatro meses después de su inauguración.

Transportistas de carga de Honduras, consideran que una o varias rutas marítimas son positivas para el comercio regional; sin embargo, «esta modalidad se convierte en una competencia para empresas de transporte de la región, que por muchos años han tenido que batallar hasta por las carreteras en mal estado».

Los transportistas de carga de Honduras y El Salvador coincidieron en que el ferry entre ambos países no era viable, debido a su alto costo y a la falta de demanda.

Cuerpo

Edgardo Menéndez, dirigente del transporte de carga de Honduras, dijo que el ferry «no iba a fructificar» y que era «una competencia» para el transporte terrestre.

«Los ferris no funcionan», dijo Menéndez. «Había uno de Brownsville, Estados Unidos, a Centroamérica y no funcionó».

Raúl Alfara, presidente de la Asociación de Transportes Internacionales de Carga (Astic), de El Salvador, también dijo que el ferry era una competencia «y como tal afectaba al transporte de carga terrestre».

«Ese no es un proyecto viable ni hoy ni en 20 años», dijo Alfara.

Ambos transportistas coincidieron en que la tarifa del ferry, de $1,360 por un camión desde el puerto La Unión de El Salvador hasta el puerto Caldera de Costa Rica, era demasiado alta.

El Gobierno de Costa Rica invirtió unos $2 millones en patios portuarios para ubicar los contenedores transportados por el ferri, que era promocionado por el Gobierno de El Salvador como un proyecto importante y estratégico.

«En Guatemala decimos: vale más lo conocido que lo nuevo por conocer. No es que uno desee el mal a otra empresa, pero el ferri fracasó desde el inicio. Lo que debe hacer Centroamérica es mejorar los procesos aduaneros para que las mercancías fluyan sin problemas», comentó Carlos Lechuga, expresidente de la Asociación de Transportistas Internacionales de Guatemala al diario local La Prensa de San Pedro Sula.

Un proyecto cancelado

La suspensión de operaciones del ferry entre El Salvador y Costa Rica es un reflejo de la falta de viabilidad del proyecto, según los transportistas de carga de ambos países.

La decisión fue tomada por la empresa operadora del ferry, Marina Intercontinental (Marinsa), debido a la baja demanda de pasajeros y carga.

Según la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), el costo de la tarifa del ferry fue el principal factor que desmotivó a los exportadores salvadoreños a utilizar el servicio.

El Blue Wave Harmony, un buque de bandera panameña con capacidad de 22.986 toneladas y 100 tráileres por viaje, fue presentado el pasado agosto por el gobierno salvadoreño como una reactivación del Puerto La Unión y una ruta comercial alternativa al transporte terrestre hacia Puerto Caldera, en Costa Rica.

Sin embargo, el ferry solo logró movilizar 118 tráileres en 14 viajes, según las cifras oficiales de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) de El Salvador.

La suspensión de operaciones del ferry generó controversia en El Salvador, donde algunos sectores consideran que el proyecto fue un fracaso.

Sin embargo, Silvia Cuéllar, presidenta de Coexport, aseguró que el proyecto aún tiene posibilidades de éxito, pero requiere de ajustes, como la reducción del costo de la tarifa.