Thor Salayandía Lara, vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, criticó que el gobierno estadounidense cerrará cruces fronterizos para enfrentar el éxodo de indocumentados, mientras que el gobierno mexicano nunca tuvo una estrategia para evitar el impacto al comercio exterior, afectando a empresas y población de ambos lados.
Advirtió que la última semana del año, las fronteras de Coahuila tuvieron tiempos de espera de hasta 7 horas para cruzar a EE.UU., mientras que el puente Córdova-Américas en Juárez lleva meses cerrado a la carga.
Según Salayandía, en verano hubo más de 10,000 migrantes en el cruce Juárez-El Paso y en total más de 100,000 persona este año.
Agregó que el cierre de cruces internacionales generó multas millonarias por cargas de exportación varadas que no llegaron a tiempo a destino.
Según cálculos de Salayandía Lara, alrededor de septiembre, octubre y noviembre, las revisiones extras implementadas por Texas hacia cargas que cruzaban a Estados Unidos provocaron que unos 2,500 millones de dólares en mercancías mexicanas no pudieran cruzar.
A esto se suman los 500 millones de dólares que dejaron de cruzar hace un par de semanas cuando la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP por sus siglas en inglés) cerró durante 5 días los cruces ferroviarios de Juárez-El Paso y Piedras Negras-Eagle Pass.
El empresario señaló que en algunos cruces fronterizos continúan cerrados, como en Eagle Pass, Nogales, San Diego y Lukeville, debido a la llegada de oleadas de migrantes que obligan a CBP a mover personal para procesarlos.
Agregó que esto complica la vida cotidiana de los fronterizos, ya que quienes cruzan normalmente a EE.UU. con visa están tardando de 3 a 7 horas para atravesar la frontera.
Criticó que no se avanza en una reforma migratoria en EE.UU. a pesar de que su industria necesita mano de obra, y considera que con las elecciones de 2024 en ambos países se radicalizará más el tema migratorio, por lo que no ve solución a corto plazo.
Según cálculos de Salayandía Lara, alrededor de septiembre, octubre y noviembre, las revisiones extras implementadas por Texas hacia cargas que cruzaban a Estados Unidos provocaron que unos 2,500 millones de dólares en mercancías mexicanas no pudieran cruzar.
A esto se suman los 500 millones de dólares que dejaron de cruzar hace un par de semanas cuando la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP por sus siglas en inglés) cerró durante 5 días los cruces ferroviarios de Juárez-El Paso y Piedras Negras-Eagle Pass.
El empresario señaló que en algunos cruces fronterizos continúan cerrados, como en Eagle Pass, Nogales, San Diego y Lukeville, debido a la llegada de oleadas de migrantes que obligan a CBP a mover personal para procesarlos.
Agregó que esto complica la vida cotidiana de los fronterizos, ya que quienes cruzan normalmente a EE.UU. con visa están tardando de 3 a 7 horas para atravesar la frontera.
Criticó que no se avanza en una reforma migratoria en EE.UU. a pesar de que su industria necesita mano de obra, y considera que con las elecciones de 2024 en ambos países se radicalizará más el tema migratorio, por lo que no ve solución a corto plazo.
Mientras tanto, los migrantes siguen llegando a cruces como Juárez-El Paso y otras fronteras, sin importar el frío o las nuevas leyes de Texas que penalizan su entrada irregular a Estados Unidos.
Tal es el caso de Osvaldo Holguín, quien llegó este fin de semana al punto 36 del muro fronterizo entre Juárez y El Paso.
Tras semanas de un viaje tortuoso desde Venezuela, expresó que lo único que esperan es poder cruzar a Estados Unidos antes de que acabe el año para cumplir su sueño de un mejor futuro para sus hijos y para todos.