Aunque la decisión estaba en línea con las expectativas del mercado, fue sorprendente por no ser unánime y por un ligero ajuste en las expectativas inflacionarias debido a la depreciación del tipo de cambio.
En la votación, Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja Gómez, Irene Espinosa Cantellano y Jonathan Heath apoyaron mantener la tasa, mientras que Omar Mejía Castelazo abogó por una reducción de 25 puntos base.
Inflación y economía
Banxico prolongó la pausa en el ciclo de recortes debido a las presiones inflacionarias, reflejadas en una inflación anual acumulada del 4.78% en la primera quincena de junio, superior al objetivo del 3%. La depreciación de la moneda nacional ha influido al alza en el pronóstico de inflación, aunque estos efectos se ven parcialmente contrarrestados por la debilidad de la actividad económica.
El banco central espera que la economía global continúe creciendo en el segundo trimestre de 2024, aunque a un ritmo más lento. En la mayoría de las economías avanzadas, la inflación general y subyacente está disminuyendo, proporcionando un respiro en medio de un contexto económico desafiante.
Volatilidad y riesgos globales
El comunicado de Banxico subrayó los riesgos globales, incluyendo tensiones geopolíticas, prolongadas presiones inflacionarias, condiciones financieras ajustadas y desafíos para la estabilidad financiera. A nivel nacional, se observó volatilidad en los mercados financieros debido a factores idiosincráticos, un aumento significativo de las tasas de interés de valores gubernamentales de mediano y largo plazo, la depreciación del peso mexicano y la debilidad en la actividad productiva desde finales del año pasado.
Ajuste de previsiones inflacionarias
Banxico ajustó al alza las expectativas de inflación para el cierre de 2024, mientras que las expectativas de inflación subyacente disminuyeron ligeramente. Se anticipa que el proceso desinflacionario continúe, pero con riesgos al alza. La depreciación del peso mexicano podría incrementar la inflación, aunque este efecto podría ser contrarrestado por la debilidad económica. Se espera que la inflación general converja a la meta del 3% en el cuarto trimestre de 2025.
Entre los riesgos al alza en la evolución de los precios, Banxico menciona la persistencia de la inflación subyacente, la mayor depreciación cambiaria, presiones de costos, afectaciones climáticas y conflictos geopolíticos. El entorno inflacionario permitirá discutir futuros ajustes en la tasa de referencia, considerando los efectos de la postura monetaria restrictiva y la evolución de la inflación.