El director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, reveló que, al quinto mes del último año de la actual administración, únicamente se han completado cuatro de los 22 proyectos de plantas para nueva generación limpia planeados. Esta cifra es alarmantemente baja, representando solo el 8.2% de la capacidad total proyectada de 6,925 megawatts, con solo 322 megawatts aportados por cuatro centrales hidroeléctricas terminadas.
Esta falta de avance en infraestructura ha contribuido a los recientes cortes de energía. Entre el 7 y el 9 de mayo, alrededor de 2,660,501 usuarios, equivalentes al 5% de los clientes de la CFE, experimentaron interrupciones rotativas en el suministro debido a la alta demanda por las intensas olas de calor y la falta de disponibilidad de plantas generadoras. «El problema fue de tres días que se resolvió totalmente,» aseguró Bartlett, explicando que los cortes, que duraron una hora, se debieron a un pico nocturno que no se pudo manejar adecuadamente.
Especialistas y exfuncionarios indicaron que la reserva de capacidad cayó por debajo del 3% de los pronósticos de demanda debido al incremento en el consumo causado por las altas temperaturas adelantadas. Sin embargo, destacaron que el problema principal es la falta de incremento en la capacidad comprometida por el gobierno.
Durante la misma presentación, Bartlett detalló que la capacidad de generación del Sistema Eléctrico Nacional supera los 87,000 megawatts, de los cuales el 68% corresponde a la infraestructura de la CFE y los productores independientes. De esta capacidad, el 35% se atribuye a energía limpia, pero solo el 18% proviene de fuentes renovables intermitentes, mayoritariamente privadas. Es notable que, por primera vez, la generación de energía solar supera a la eólica en México, con 7,954 megawatts (9.1%) frente a 7,695 megawatts (8.8%).
De la capacidad de generación de la CFE, que representa el 49% del total nacional, el 65% es de fuentes térmicas convencionales fósiles, y solo el 34% es de energía limpia, con las renovables intermitentes representando un escaso 1%. Esto se debe a pequeñas instalaciones fotovoltaicas y al parque eólico de Oaxaca operado por la CFE.
Los productores independientes, que venden exclusivamente a la CFE y poseen el 19% de la capacidad del país, dependen en un 96% de energía térmica convencional fósil y un 4% de energía renovable intermitente. En cuanto a los privados, su capacidad se divide en un 45% de energía térmica convencional fósil, un 2% de otras fuentes limpias y un 53% de energía renovable intermitente, eólica y solar.
La situación expuesta por Bartlett subraya