Con la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) programada para 2026, Estados Unidos planea ejercer presión sobre México para que reduzca sus vínculos comerciales con China. Esta situación complicará los planes de China de establecer una base de producción en México con el objetivo de exportar a Estados Unidos, según explicó Carlos Pascual, vicepresidente senior de S&P Global Commodity Insights.
En su intervención en la Cumbre Anual de Índices y ETFs en México 2024, Pascual señaló que la estrategia de Estados Unidos en su competencia con China se enfoca en fortalecer la manufactura y la industria en su propio territorio y en América Latina. Esto incluye la relocalización de empresas hacia México.
«Durante la renegociación del T-MEC, pueden estar seguros de que, sea demócrata o republicano, Estados Unidos tomará una posición firme: México deberá decidir si se alinea con Estados Unidos, que recibe el 80% de sus exportaciones, o con China», advirtió Pascual.
El sector automotriz será especialmente relevante en estas negociaciones, dado su peso en el comercio de América del Norte. La posible entrada de China con una base de producción en México para exportar a Estados Unidos complicará aún más la revisión del acuerdo comercial.
Sobre la tendencia del nearshoring, Elijah Oliveros-Rosen, economista jefe de mercados emergentes en S&P Global Ratings, destacó que esta práctica ya se refleja en un crecimiento del 20% en la inversión no residencial de la construcción en el norte y el bajío de México el año pasado, un incremento no visto en varias décadas.
Sin embargo, la llegada de nuevas empresas extranjeras a México ha sido lenta y no se refleja aún en los datos de Inversión Extranjera Directa (IED). Esto se debe a varios obstáculos, como la disponibilidad de energía limpia, la calidad del capital humano, problemas de suministro de agua y la inseguridad.
Carlos Pascual subrayó la necesidad de incluir a los empresarios en la planificación energética y destacó la importancia de crear un modelo que genere confianza en el sector privado para que estén dispuestos a invertir en México. «Para lograr esto, deben resolverse las disputas que se han visto en los últimos años», afirmó.
Pascual también enfatizó que la confianza en el Estado de derecho y en los contratos será fundamental para el futuro. Asimismo, destacó la necesidad de avanzar en la integración industrial y económica entre México y Estados Unidos para facilitar la transición energética.