La actividad industrial de México “rebotó” durante abril del presente año, apoyada por los sectores de la minería, manufacturero y de la generación de energía eléctrica.
Según cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la producción industrial del país creció 0.09% en el cuarto mes de 2025, tras una caída previa de 1.20%.
La actividad industrial se integra por los sectores de minería, manufactura, de la construcción y de la generación de energía eléctrica. Solamente la industria de la construcción se contrajo (1.96%), rompiendo una racha de tres meses al alza.
Por su parte, los aumentos fueron de 1.31% mensual en la minería después de disminuir 2.61%; de 0.14% en generación de energía eléctrica tras cuatro meses al hilo con bajas, y de 0.74% en manufactura, con un precedente de -1.05%.
“En el entorno externo consideramos que la incertidumbre comercial se mantuvo, con las consecuencias en pedidos manufactureros y/o planeación de inventarios todavía presentes. No obstante, al evitarse los ‘aranceles recíprocos’, la situación relativa de nuestro país mejoró en el margen. En el frente doméstico, la marcada volatilidad del tipo de cambio, el alza adicional en los precios de varios insumos y la implementación de políticas industriales fueron algunos de los catalizadores relevantes en el periodo”, detalla Banorte.
Entorno de incertidumbre
Para Ve por Más (BX+), algunos de los elementos que dieron algo de estabilidad en el primer trimestre podrían revertirse en el segundo trimestre, pues el panorama para todo 2025 es amenazado por un entorno de incertidumbre, tensiones comerciales y menor crecimiento económico en Estados Unidos.
El efecto positivo observado en la exportación manufacturera que ocasionó el adelanto de envíos a Estados Unidos, para evitar las tarifas en ese país, se revertirá en el segundo trimestre, según los analistas del grupo financiero.
Además, añaden, la revisión a la baja en la expectativa de crecimiento económico en el país vecino y la potencial pérdida de competitividad de productos mexicanos a raíz de las tarifas suponen que las ventas al exterior presentarán cierta atonía. Ello, aunado a la desaceleración en el consumo privado doméstico, suponen pocos catalizadores para producción de bienes este año.
“Por su parte, un ambiente de elevada incertidumbre económica – ocasionada por factores internos y externos –, combinado con tasas de interés reales todavía altas, limitarán a la inversión, impactando negativamente al sector de la construcción”, concluye BX+.
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