Según los datos más recientes dados a conocer por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la ciudad de Monterrey ocupa el primer lugar en su categoría por su desempeño económico, mercado laboral e innovación sectorial. Según este organismo, la ciudad tiene altas tasas de crédito empresarial y un sólido mercado hipotecario.
El Índice de Competitividad Urbana 2023, se basa en 69 indicadores agrupados en 10 subíndices, y evalúa a 66 ciudades donde viven 62% de los mexicanos.
Los subíndices son: economía, empleo, tecnología, turismo, conectividad, seguridad, recursos naturales, inclusión/salud/educación, democracia y gestión gubernamental.
Monterrey es la segunda ciudad más diversificada económicamente y la tercera con más empresas grandes por habitante. Además es la segunda en captación de inversión extranjera directa. Sin embargo no todas las evaluaciones son positivas para esta ciudad, en planeación urbana, el sector inmobiliario está rezagado, pues en este último año se mantuvieron con un bajo porcentaje de viviendas nuevas intraurbanas y verticales.
Otras ciudades que aparecen en puestos relevantes de este estudio son: Durango y Mazatlán, las cuales lideran entre la centros urbanos con medianas de 500 mil a 1 millón de habitantes.
Los Cabos y Puerto Vallarta se mantienen como las ciudades más competitivas en su categoría de 250 mil a 500 mil habitantes, según el índice.
Mientras que Piedras Negras es la ciudad más competitiva entre las de menos de 250 mil habitantes.
Para impulsar la competitividad, el IMCO plantea acciones como:
- Estrategias para la atracción de inversiones, particularmente en el contexto de la relocalización de cadenas globales de valor. En más de 20 entidades, la inversión extranjera directa ha caído en lo que va de 2023.
- Gobierno digital para una gestión eficiente de los recursos. En México, solo 5% de los municipios ofrece la oportunidad de pagar el impuesto predial en línea y apenas 14.4% de los trámites se realizan en internet.
- Tratamiento sostenible del agua para garantizar el acceso y hacer frente a riesgos climáticos. Durante la última década las sequías aumentaron más de 60%, mientras tanto, aproximadamente 70% del agua retorna a los ríos sin ser tratada.
- Sistemas de movilidad seguros e inclusivos. Siete de cada diez mujeres perciben el transporte público como inseguro y 26% dejaron de utilizarlo por temor a ser víctimas de algún delito.