Según un reciente informe del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la superficie dedicada a la agricultura en Monterrey ha cercar de 1 millón de hectáreas cultivadas.
Esto resulta muy positivo en un estado cuya superficie total es de 6,4 millones de hectáreas, de las cuales cerca de 3 millones tienen vocación agropecuaria. Sin embargo, gran parte de ese potencial productivo está sin explotar, ya que actualmente solo 1 millón de hectáreas se destina a la agricultura.
Aunque el número de unidades productivas activas ha disminuido, su tamaño medio ha aumentado, por lo que la productividad global crece.
No obstante, la edad avanzada de los productores, muchos mayores de 65 años, es un desafío a futuro. Los principales problemas que enfrentan son los fenómenos climáticos, el alto costo de los insumos y otros factores biológicos.
Aunque persisten retos, estos datos confirman la expansión de la agricultura en Monterrey y su potencial para convertirse en motor de desarrollo económico, si se apoya adecuadamente al sector. Queda mucho terreno que podría aprovecharse para multiplicar la producción agropecuaria de la región.
