La grave sequía que atraviesa Monterrey tiene en vilo al sector ganadero, que confía en que las posibles precipitaciones de septiembre permitan recuperar los pastizales y así mantener el hato sin necesidad de reducciones. Actualmente hay 600.000 cabezas en la región, según cifras oficiales.
El representante estatal de la Sader, Enrique Canales, señaló que los productores guardan la esperanza de que llueva este mes para que se recupere la cobertura vegetal. De lo contrario, deberán tomar la dura decisión de quedarse solo con los animales más resistentes.
La falta de lluvias está provocando que el ganado pierda masa muscular y tenga problemas para preñarse. El año pasado, la crisis hídrica supuso la pérdida de hasta un 30% del hato, que rondaba las 500.000 cabezas. Aunque en 2022 se han recuperado las 600.000, el sector pide agua.
En definitiva, el campo ganadero de Nuevo León confía en las previsiones meteorológicas para septiembre y espera precipitaciones que alivien la dramática situación. De no producirse, uno de los sectores económicos clave de la región podría sufrir pérdidas millonarias por reducción de cabezas de ganado.
La ganadería mexicana tiene ante sí la oportunidad de abastecer a Estados Unidos, esto está obligando a ese país a buscar nuevos proveedores internacionales de carne de res para cubrir la demanda interna, según advierte CattleFax.
Ante esta situación, México tiene una oportunidad única de incrementar sus exportaciones cárnicas al mercado estadounidense en los próximos años, señalan los expertos. No obstante, se requerirá mejorar la calidad y el valor agregado de la carne, ya que el consumidor americano está dispuesto a pagar más por productos premium.
Los principales estados mexicanos productores, como Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas o Veracruz, deberán estrechar alianzas entre ganaderos, engordadores y procesadores para exportar cortes con mayor valor añadido, en vez de ganado en pie.
Así, México podría consolidarse como proveedor fiable de carne vacuna de calidad para Estados Unidos, aprovechando la coyuntura abierta por la sequía. Pero para lograrlo, es clave adoptar nuevas tecnologías y ofrecer productos de alto valor que satisfagan las exigencias del mercado estadounidense.