Según el informe titulado «El riesgo de automatización en México. Diferencias temporales y generacionales entre las distintas ocupaciones», cuatro de cada 10 empleos en México corren un alto riesgo de que sus tareas sean automatizadas. Además, el estudio muestra que el 11.3% de las ocupaciones enfrentan un riesgo medio y el 11.7% un riesgo bajo, lo que suma un total del 64.4% de los empleos en México que enfrentan algún riesgo de ser automatizados.
El informe destaca que, si bien ha habido cambios marginales en la proporción de ocupaciones en riesgo de ser automatizadas, se han producido cambios importantes en las ocupaciones específicas. Por ejemplo, mientras que en 2005 los trabajadores agrícolas eran los más propensos a ser automatizados, en 2020 esta posición la ocupan los empleados de ventas y vendedores por teléfono.
Aunque la proporción de ocupaciones en riesgo de automatización ha permanecido estable a lo largo del periodo analizado, los cambios en la población ocupada entre 2005 y 2020 han resultado en 2.1 millones de empleos adicionales en riesgo de desaparecer debido a la automatización.
Ana Escoto, profesora de la UNAM y una de las creadoras del informe, señala que los resultados reflejan una precarización general en las condiciones laborales, independientemente del nivel de riesgo de automatización. Además, destaca el desequilibrio entre las necesidades de la industria y la formación de estudiantes en las universidades.
El informe también resalta la precarización de las condiciones en el sector de los hogares, donde las ocupaciones no muestran un riesgo importante de automatización debido a la falta de capital para implementar tecnología. Según Escoto, las condiciones laborales en ocupaciones con mayor riesgo de automatización se asemejan cada vez más a las de los trabajadores del sector informal.
El análisis de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) destaca la necesidad de abordar los desafíos que plantea la automatización en el mercado laboral mexicano, así como de implementar políticas que promuevan condiciones laborales dignas y equitativas para todos los trabajadores.
En cuanto a los ingresos, el informe muestra que la probabilidad de pertenecer al quintil de menores ingresos ha aumentado para aquellos con riesgo medio o alto de automatización, mientras que ha disminuido para los que tienen un riesgo bajo o pertenecen al sector de los hogares.