Hace un año, el anuncio de la llegada de Tesla a Nuevo León por parte de Elon Musk generó gran expectativa. Sin embargo, a día de hoy, la obra presenta un avance nulo, sin haberse colocado aún la primera piedra, lo cual contrasta con la rapidez con la que la compañía estadounidense suele avanzar en proyectos similares en otros lugares del mundo.
Aunque el proyecto de la planta de Tesla en Nuevo León sigue en pie, el panorama ha experimentado ajustes significativos en su calendario, generando un cambio en las expectativas que rodean lo que promete ser un proyecto transformador para el estado más próspero de México.
El proyecto en Nuevo León, estimado entre us 5,000 y 10,000 millones, ha estado envuelto en especulaciones a lo largo de 2023, sin que la empresa haya erogado un solo dólar hasta la fecha. Incluso, el biógrafo de Musk, Walter Isaacson, sugirió que el empresario podría haberse arrepentido de establecer su gigafactory en Monterrey.
Juan Francisco Torres-Landa, socio director de Hogan Lovells, señala que hasta el momento, los anuncios de Tesla han quedado en meras intenciones, sin que se haya visto una planificación concreta para su ejecución. En contraste, la planta de Austin es la que parece tener planes más definidos de crecimiento.
A pesar de los contratiempos, tanto especialistas como autoridades locales aún mantienen la esperanza de que Tesla finalmente instale su gigaplanta en México, aunque el proceso pueda ser más lento de lo inicialmente previsto.
Las autoridades de Nuevo León continúan siendo entusiastas respecto al proyecto, con el gobernador Samuel García asegurando que ha tenido contacto con ejecutivos de Tesla para acelerar el inicio de la construcción.
Sin embargo, mientras que las autoridades políticas mantienen su optimismo, la realidad de los negocios funciona de manera más fría y calculadora, según indica Torres-Landa. Aunque se han dado avances en relación con las condiciones para la instalación de la planta, la falta de garantías puede influir en la decisión final de Tesla.
A la fecha, ni Elon Musk ni Tesla habían proporcionado información específica sobre los tiempos de la obra en Nuevo León, lo que mantiene en suspenso el destino de este proyecto que se anticipa será transformador para el estado.