Las autoridades de Nuevo León han reiterado su preocupación respecto a la refinería de Cadereyta como una de las principales fuentes de contaminación en Monterrey y su zona metropolitana. A pesar de las inversiones y acciones emprendidas por la planta para reducir sus emisiones, los resultados muestran una situación mixta.
Desde 2018 hasta 2022, la refinería de Cadereyta ha invertido un total de us 90 millones en acciones destinadas a disminuir la contaminación en la Zona Metropolitana de Nuevo León. Estas acciones, sin embargo, no han logrado resultados uniformemente positivos en la reducción de emisiones contaminantes como Óxidos de Azufre (SOx), Óxidos de Nitrógeno (NOx), Monóxido de Carbono (CO) y partículas (PM10).
Según datos proporcionados por la Subdirección de Seguridad, Salud en el Trabajo y Protección Ambiental de Pemex Transformación Industrial, la emisión de Óxido de Azufre ha disminuido de 10,000 toneladas en 2018 a 5,000 toneladas en 2022. Por otro lado, las emisiones de Óxido de Nitrógeno se redujeron de 3,000 a 2,000 toneladas entre 2018 y 2019, manteniéndose desde entonces sin cambios. Sin embargo, el Monóxido de Carbono aumentó de 1,000 a 1,200 toneladas en el mismo período, mientras que las emisiones de PM10 pasaron de 900 a 300 toneladas.
Estas inversiones tienen como objetivo mantener operativas las plantas de recuperación de azufre para evitar la quema de gas ácido y reducir emisiones al mejorar el desempeño operativo de equipos de combustión como calentadores y calderas.