México ha dejado de ser uno de los destinos preferidos para la inversión extranjera directa (IED) de España, marcando un cambio significativo en la relación económica entre ambos países. En el primer semestre de 2024, la IED española registró un flujo negativo de us $219.8 millones, una caída abrupta en comparación con los us $3,755 millones captados en el mismo periodo de 2023. Este declive ha llevado a España a salir del top 10 de los países que más invierten en México, una posición que mantuvo hasta el primer trimestre del año.
Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, la inversión española ha enfrentado altibajos, pero 2024 se perfila como el año con peor desempeño en términos de IED. La tensión entre el gobierno mexicano y la empresa energética española Iberdrola ha sido un factor clave en esta caída. Las críticas constantes de López Obrador hacia la compañía, acusándola de haber sido favorecida en administraciones anteriores, culminaron en 2023 con la compra de 12 plantas de ciclo combinado y una eólica por parte del gobierno mexicano.
En el sector energético, donde España solía ser el principal inversor en México, también se ha visto una reconfiguración. Estados Unidos y Canadá han tomado la delantera con inversiones superiores a los us $20,000 y us $14,000 millones, respectivamente, mientras que España ha quedado rezagada con poco más de us $9,000 millones.
El impacto de las tensiones políticas y la “pausa” en las relaciones decretada por López Obrador en 2022 también se refleja en la disminución del número de empresas españolas activas en México. A medida que la presidenta electa Claudia Sheinbaum, se prepara para asumir la presidencia, queda por ver si esta tendencia se revertirá y si las relaciones con España se restablecerán.