Monclova, Coahuila. Tras acumular tres décadas de altibajos y más de cuatro años de crisis, Altos Hornos de México (AHMSA), la que fuera la mayor metalúrgica de América Latina, ha sido declarada en quiebra. La sentencia, emitida por el juez federal Saúl Martínez Lira, marca un punto final en la historia de una compañía que enfrenta millonarias deudas y conflictos laborales.
La quiebra llega en un momento crítico: la empresa debe vender sus activos para liquidar primero a sus 17 mil trabajadores, después a acreedores privilegiados y finalmente a los comunes. Entre las deudas pendientes destaca un acuerdo reparatorio con PEMEX por 216 millones de dólares, relacionado con la compra irregular de la planta Agronitrogenados, que mantiene en la mira a Alonso Ancira, expresidente del consejo de administración de AHMSA.
Ancira, detenido en España en 2019 y extraditado a México, había acordado con la Fiscalía General de la República cubrir el monto en tres pagos. Sin embargo, tras retrasos y prórrogas, ahora enfrenta la posibilidad de una nueva prisión si no cumple con un último desembolso este mes.
El declive de AHMSA se aceleró desde su privatización en 1991, cuando Alonso Ancira y Xavier Autrey adquirieron la compañía. Desde entonces, crisis financieras, huelgas laborales y una gestión marcada por controversias han golpeado a la empresa. Hoy, la sentencia de quiebra pone fin a un capítulo crucial de la industria siderúrgica en México.