México. General Motors analiza trasladar parte de su producción de México a Estados Unidos en respuesta a la posible imposición de aranceles del 25% anunciada por la administración de Donald Trump. Esta medida afectaría tanto a productos mexicanos como canadienses, en un intento de Washington por presionar a ambos países en temas como el tráfico de fentanilo y la inmigración.
Mary Barra, CEO de GM, expresó su confianza en las negociaciones entre México y EE.UU. para evitar los aranceles, pero confirmó que la empresa está tomando precauciones. “Hemos estado estudiando múltiples escenarios. Fabricamos camionetas en México, Canadá y EE.UU., por lo que tenemos la capacidad de trasladar parte de esa producción”, afirmó Barra en una llamada con analistas sobre los resultados de 2024.
Actualmente, GM opera tres plantas en México:
- Ramos Arizpe, Coahuila, donde ensambla los modelos Equinox y Blazer (gasolina y eléctricos), además del Cadillac Optiq.
- Silao, Guanajuato, encargada de la fabricación de las pickups Sierra y Silverado.
- San Luis Potosí, especializada en la producción del SUV Terrain.
En 2024, el 80% de los vehículos ensamblados por GM en México se exportó a EE.UU., un mercado clave para la compañía. De aplicarse los aranceles, la rentabilidad de estas operaciones podría verse afectada significativamente.
Barra aseguró que GM está evaluando alternativas para minimizar el impacto de los aranceles, incluida la diversificación hacia otros mercados. “Vendemos camionetas a nivel global, por lo que podemos analizar de dónde se están abasteciendo los mercados internacionales y ajustar nuestra estrategia”, explicó.
Además, reconoció los esfuerzos diplomáticos del gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, para evitar la imposición de los aranceles. “Nos alienta que la presidenta Sheinbaum esté en conversaciones con EE.UU. para atender las preocupaciones de la administración Trump en temas de inmigración y otras áreas”, comentó.
Mientras tanto, la Casa Blanca confirmó que Trump mantiene su intención de anunciar los aranceles el próximo sábado 1 de febrero. La portavoz Karoline Leavitt reiteró que la medida busca ejercer presión sobre México y Canadá para abordar las preocupaciones de Washington.