México. La posible imposición de aranceles a productos importados desde México el próximo 2 de abril podría frenar el crecimiento de las exportaciones de tequila y cerveza, dos de los productos más populares en el mercado estadounidense. Según el Registro Internacional de Vinos y Espirituosos (IWSR), la medida impactaría la oferta y el consumo de estas bebidas en los hogares de la Unión Americana.
Estados Unidos no produce suficiente cerveza para satisfacer su demanda interna. A pesar de fabricar 19,362 millones de litros anuales, el consumo en el país asciende a 23,920 millones de litros, lo que hace imprescindible la importación. México es su principal proveedor, con 4,418 millones de litros exportados en 2024, un crecimiento del 5.3% respecto al año anterior, según datos del Banco de México.
La industria del tequila también se vería afectada, ya que el 67.5% de la producción nacional se destina al mercado estadounidense. Marcas como José Cuervo, con 9.5 millones de cajas anuales vendidas, y Don Julio, con 3.4 millones, dependen en gran medida del comercio con EE.UU.
El Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas de Estados Unidos (Discus) advirtió que la imposición de tarifas arancelarias podría generar represalias comerciales y afectar no solo a los exportadores mexicanos, sino también a los consumidores y a la industria hotelera estadounidense. “Desde la década de 1990, el comercio de bebidas espirituosas ha estado prácticamente libre de aranceles, permitiendo un crecimiento del 4080% en las exportaciones entre México y EE.UU.”, señaló el organismo en un comunicado conjunto con la Cámara Nacional de la Industria Tequilera (CNIT).
El panorama comercial global demuestra el impacto de este tipo de medidas. Recientemente, China impuso tarifas de hasta el 39% al brandy europeo en represalia por los aranceles de la Unión Europea a los autos eléctricos chinos, lo que generó incertidumbre en marcas consolidadas.
Donald Trump ha sugerido aranceles de hasta el 200% para productos alcohólicos de la Unión Europea, lo que refuerza la incertidumbre en el sector. Expertos advierten que, de concretarse estas medidas proteccionistas, los consumidores estadounidenses enfrentarán precios más altos y una menor variedad de productos en el mercado.