De Stefani, egresado de Comunicación Social por la Universidad Católica de Uruguay y con especialización en Cine y Televisión por la Universidad de Missouri, ha ocupado diversos roles en la industria de medios y entretenimiento.
En su ponencia, comparó la inteligencia artificial con revoluciones previas como la industrial o la llegada de Internet, pero enfatizó que esta transformación es aún más profunda debido a la velocidad de los cambios. “Nosotros usamos ChatGPT y creemos que eso es inteligencia artificial, pero hay una revolución mucho más grande en marcha”, afirmó.
El experto también resaltó las oportunidades que esta tecnología brinda a las empresas. Citó a Larry Fink, CEO de BlackRock, quien sostiene que la inteligencia artificial y la robótica “van a transformar casi todos los negocios imaginables”. No obstante, advirtió sobre los desafíos que conlleva: “Si no nos adaptamos, en cuatro o cinco años quienes no entiendan esta tecnología quedarán rezagados”.
Sobre ChatGPT y los modelos de lenguaje generativo, explicó que su funcionamiento se basa en la predicción de palabras a partir de datos previos, lo que lo hace útil para tareas específicas, pero limitado en cuanto a razonamiento lógico. Además, señaló que aproximadamente un 30% de la información que genera puede contener errores, especialmente en cálculos matemáticos.
Durante la charla, de Stefani también abordó la evolución de la inteligencia artificial generativa, diferenciándola de la programación tradicional. Explicó que, mientras que antes los humanos daban instrucciones detalladas a las máquinas, ahora los modelos de deep learning pueden aprender por sí mismos, identificar patrones invisibles para las personas y automatizar procesos.
Uno de los ejemplos que mencionó fue el Cat Project de Google, en el que una inteligencia artificial analizó millones de videos en YouTube y logró identificar el concepto de “gato” sin intervención humana. “Ese fue un punto de inflexión en el desarrollo de la IA”, sostuvo.
Habló sobre la “tercerización de capacidades” que están experimentando los seres humanos con la IA. “Ya no necesitamos memorizar direcciones gracias a Waze, ni redactar textos con herramientas como ChatGPT. ¿Qué más estaremos dispuestos a delegar en el futuro?”, cuestionó.