Sin embargo, el porcentaje de cartera vencida, aunque es superior al registrado en 2022, mostró una disminución entre octubre y noviembre, pasando de un promedio del 3,52% al 3,39% para el penúltimo mes de 2023. Se espera que el ratio para diciembre sea aún mejor, ya que muchos consumidores financieros aprovechan el último mes del año para ponerse al día con sus deudas.
En el caso de los bancos, la tasa de morosidad del sistema es del 3,39% de la cartera, mientras que en el caso de las financieras, el porcentaje es del 3,70%.
La cartera vencida del sistema bancario actualmente asciende a unos US$ 641 millones, representando un incremento de US$ 114 millones en el último año. Este aumento sugiere una mayor presión sobre los prestatarios y destaca la importancia de una evaluación continua de la calidad crediticia por parte de los bancos. La cartera de Renovados, Refinanciados, Reestructurados (RRR) constituye el 14,27% del total de créditos vigentes, indicando una creciente necesidad de reestructuración para mitigar los riesgos asociados.
ACTIVIDADES ECONÓMICAS
El análisis por sectores revela disparidades en las tasas de morosidad por actividades económicas. El sector de Comercio al por Menor, con una tasa del 4,8%, y Consumo, con un 5,59%, presentan desafíos particulares en la recuperación de créditos. Estos sectores, a menudo más vulnerables a las fluctuaciones económicas, requieren una atención especial por parte de las entidades financieras. Sin embargo, en el consumo se observó una mejora en el indicador, dado que el porcentaje de cartera vencida era del 6,33% en 2022.
Por otro lado, la Administración Pública experimentó un aumento considerable en la tasa de morosidad, pasando del 0,57% al 2,12%.
En el sector de Actividades Inmobiliarias, se ha observado una disminución notable en la morosidad, pasando de 3,52% en noviembre de 2022 a 2,37% en noviembre de 2023.
En el ámbito agrícola, la morosidad ha disminuido de manera ligera, pasando del 2,1% al 1,82%.
Por su parte, se observa que en el sector de Comercio al Por Mayor hubo un aumento sustancial en la morosidad, pasando de 2,51% a 4,07%. La misma situación se observa en la construcción, donde debido al complejo escenario de atrasos en pagos, la mora escaló de 2,21% a 3,38%.