Paraguay podría superar las 9 millones de toneladas de producción de soja en 2024

Un tercio del commodity procesado en Argentina provino de Paraguay al cierre de marzo de este año.
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De acuerdo con estimaciones de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), la campaña agrícola sojera 2023/2024 culminaría con más de 9 millones de toneladas de soja.

La cosecha estaría por encima de los márgenes anteriores, lo que la convierte en una buena zafra.

“Vamos a tener una zafra buena. No vamos a decir excelente, tampoco récord, pero buena. De acuerdo con nuestras estimaciones, deberíamos estar superando 9 millones de toneladas. Entre 9.3 y 9.5 millones de toneladas de soja”, explicó Hugo Pastore, director Ejecutivo de la Cámara.

EXPORTACIONES
En cuanto a las exportaciones fluviales y terrestres de los granos, mencionó que están avanzando, pero con dificultades debido a la bajante de los ríos Paraguay y Paraná, por un lado, y por otro, a la huelga de los funcionarios del Ministério da Agricultura, Pecuária e Abastecimento (MAPA) de Brasil, en el paso de frontera entre Ciudad del Este y Foz de Iguazú.

En el caso del río Paraguay, mencionó que el bajo nivel de sus aguas complica aún más la navegación de las barcazas en los pasos difíciles, tanto de Asunción al sur como al norte en los puertos que están entre la capital del país y Concepción.

“Las barcazas están cargando a bastante menos de su capacidad, el tiempo de tránsito entre los puertos de carga y descarga en Argentina y Uruguay también se han extendido, se han demorado más los viajes”, precisó.

Asimismo, explicó que una situación parecida se experimenta en el río Paraná, que si bien es controlado por las varias represas que existen entre Paraguay y Brasil en sus respectivos territorios, también presenta complicaciones en la navegación que se mantiene, pero con dificultades.

“Todavía no son necesarias, al menos por el momento, las ventanas de agua que tuvimos que hacer en otras campañas”, acotó.

Resaltó que este escenario les genera ineficiencia y sobrecostos a los agroexportadores y, finalmente, eso se refleja en el precio que reciben los productores.

COYUNTURA
Por otra parte, explicó que también hay inconvenientes con Brasil, que es el mercado más importante del arroz, del maíz y del trigo; y en el caso de la soja, junto con Rusia, son los otros dos destinos más importantes aparte de Argentina.

“Principalmente, en el paso de frontera entre Ciudad del Este y Foz de Iguazú estamos teniendo muchos inconvenientes porque hay una huelga de los funcionarios del MAPA de Brasil, que están haciendo brazos caídos y eso demora los procesos y protocolos que se deben realizar para la exportación de los productos, y de la cantidad habitual de camiones que deberían cruzar por ese paso, hoy está pasando aproximadamente el 10%. Eso genera una aglomeración de camiones, costos de sobrestadía, problemas para el cumplimiento de los contratos, una gran incertidumbre para hacer nuevos negocios y nuevos contratos porque realmente es imposible predecir hoy cuándo uno estaría cumpliendo con las entregas”, afirmó Pastore.

ARGENTINA
En contraste, desde medios argentinos informaron que tal como había ocurrido en febrero pasado, en el mes de marzo Paraguay volvió a “salvar” a la industria aceitera argentina al permitirle seguir operando en un contexto de escasez de oferta interna de poroto.

El procesamiento de soja fue en marzo de este año de 2,8 millones de toneladas, una cifra 41% superior a la registrada en el mismo mes de 2023. Esto fue posible gracias a la importación el mes de pasado de 994.545 toneladas de poroto de soja, la mayor parte del cual provino desde Paraguay, una cifra que representó el 33% del volumen de molienda mensual.

De esa forma, en todo el ciclo comercial de soja 2023-2024, que va de abril de 2023 a marzo de 2024, la importación de soja realizada por la Argentina sumó 10,3 millones de toneladas, lo que representa un récord histórico. El mayor proveedor fue Paraguay seguido por Brasil.

El ingreso de soja a la Argentina se realiza en el marco del régimen de “importación temporaria de mercaderías destinadas a recibir perfeccionamiento industrial”, el cual fue implementado por el decreto 1.330/2004 y facilita el ingreso de insumos con la obligación de que los mismos, una vez procesados en territorio argentino, sean exportados para generar divisas.

El régimen, conocido popularmente como “de admisión temporaria”, fue desactivado en 2009 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para ser reintroducido a comienzos de 2016 por la gestión de Mauricio Macri.