El futuro de la IED en Paraguay: perspectivas tras alcanzar el grado de inversión

La entidad calificadora de riesgo Moody’s ha otorgado a Paraguay la calificación de grado de inversión, pasando de Ba1 a Baa3.
0 Shares
0
0
0
0

Asunción – Una calificación de riesgo es la opinión emitida por entidades especializadas acerca de la calidad crediticia general del deudor. En el caso del riesgo soberano, se refiere a la posibilidad de que el gobierno cumpla con sus obligaciones financieras. Se puede afirmar que el riesgo soberano es la probabilidad de que las acciones del gobierno afecten directa o indirectamente la capacidad del deudor de hacer frente a sus obligaciones financieras.

El riesgo soberano no es lo mismo que el riesgo país, este último se refiere a las operaciones con acreedores extranjeros o con deuda emitida fuera del país de origen por parte de cualquier deudor del país, ya sea público o privado. Por lo tanto, el riesgo soberano es un subconjunto del riesgo país.

Cuando una deuda soberana recibe la calificación de grado especulativo, significa que existe cierto grado de riesgo para el inversionista en la adquisición de títulos de deuda. A partir del grado de inversión, la probabilidad de incumplir los pagos correspondientes a las obligaciones financieras disminuye drásticamente.

Historial de calificaciones de riesgo de Paraguay

La primera calificación de riesgo que obtenía el Paraguay fue en julio de 1998 dicha calificación fue de B2, esta calificación ha ido variando hasta alcanzar la calificación Ba1 (positiva) en el año 2022. Se puede observar, que la calificación ha ido variando dentro del grado de especulación.

Fecha Calificación
22/7/2022 Ba1 (Positiva)
26/6/2020 Ba1 (Estable)
21/6/2018 Ba1 (Estable)
21/6/2016 Ba1 (Estable)
20/3/2015 Ba1 (Estable)
4/2/2014 Ba2 (Positiva)
8/1/2013 Ba3
2/12/2010 B1 (Estable)
9/4/2008 B3 (Estable)
28/4/2003 Caa1
13/7/1998 B2

En 2003 recibía su peor calificación luego de un periodo crítico resultado de una crisis financiera que dejo una economía debilitada con una alta inflación y una importante depreciación del tipo de cambio, a partir de ese momento las calificaciones han ido mejorado ya que la economía paraguaya se fue fortaleciendo. Durante el periodo de 2003 y 2008, se vio reflejado un crecimiento promedio de 4,52%, generando un aumento en sus calificaciones. Dando inicio a un periodo de crecimiento constante y continuo.

Cabe destacar que en periodo de pandemia y post pandemia Paraguay ha logrado mantener su calificación en un contexto donde los demás países experimentaban caídas en sus calificaciones y sus perspectivas económicas, resaltando que en el año 2022 sufre un cambio de estable a positiva en su calificación Ba1.

Consideraciones para la mejora de la calificación

Paraguay ha demostrado una notable resiliencia ante los choques económicos externos, gracias a su economía diversificada y a las políticas macroeconómicas prudentes. La capacidad del país para adaptarse y recuperarse de crisis económicas ha sido un factor determinante en la mejora de la calificación.

La perspectiva de crecimiento económico a largo plazo de Paraguay es positiva. Moody’s espera que el país continúe beneficiándose de su entorno macroeconómico estable, sus reformas estructurales y su capacidad para atraer inversiones. El crecimiento sostenido y la estabilidad macroeconómica son factores clave para futuras mejoras en la calificación.

Factores determinantes para la atracción de IED

Marco Regulatorio

El marco regulatorio en Paraguay tiene un papel clave en la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED). Diversas leyes y acuerdos internacionales pueden crear un entorno favorable para los inversores.

La Ley de Maquila (1064/97)

La Ley de Maquila, promulgada en 1997, funge como uno de los pilares en la atracción de proyectos manufactureros en Paraguay. Esta legislación permite a las empresas extranjeras establecer operaciones de ensamblaje y manufactura en el país, beneficiándose de diversas ventajas fiscales y aduaneras. Los principales sectores beneficiados han sido el ensamblaje de vehículos y componentes eléctricos, así como la industria alimentaria.

Gracias a esta ley, Paraguay ha visto un crecimiento en sus exportaciones relacionadas. Las empresas pueden importar materias primas y componentes libres de aranceles, siempre que los productos finales se exporten. Esta política ha hecho de Paraguay un centro atractivo para las distintas empresas que buscan servir al mercado del Mercosur y otras regiones. La Ley de Maquila ha generado un entorno competitivo que ha impulsado la creación de empleos y el desarrollo de infraestructura en el país.

El Acuerdo UE-Mercosur

El acuerdo UE-Mercosur, aunque todavía en proceso de ratificación, tiene el potencial de influir en futuras inversiones en Paraguay. Este acuerdo busca facilitar el comercio entre la Unión Europea y los países del Mercosur, incluyendo Paraguay, eliminando barreras arancelarias y mejorando el acceso al mercado.

Un informe del grupo banco mundial señala que una limitación importante es que el acuerdo no incluye un capítulo específico de inversión. Esto significa que los inversores deben confiar en los mecanismos de resolución de disputas entre estados y en los tratados bilaterales de inversión existentes. Esta falta de un capítulo de inversión puede generar incertidumbre para los inversores europeos que buscan protección adicional para sus inversiones en Paraguay.

A pesar de esto, el acuerdo en su totalidad se espera que aumente el atractivo de la región para la IED, al mejorar las condiciones comerciales y reducir los costos de transacción.

Tasa Tributaria de Paraguay

Paraguay ofrece una de las tasas tributarias más bajas de la región, lo cual es un factor significativo en la atracción de IED. La tasa corporativa general es del 10%, una de las más competitivas en América Latina. Además, el país ofrece generosos incentivos fiscales a las empresas extranjeras que deciden invertir en su territorio.

Entre los incentivos destacan la exoneración de impuestos sobre la renta, el impuesto al valor agregado (IVA) y los aranceles de importación para ciertas actividades y sectores estratégicos. Estos beneficios están diseñados para fomentar la inversión

Condiciones para el Inversionista: La Ley de Inversiones (Ley N° 117/91)

La Ley de Inversiones, promulgada en 1991, constituye la principal legislación interna que regula las inversiones en Paraguay. Esta ley otorga importantes garantías y beneficios a los inversores extranjeros.

Garantiza a los inversores extranjeros el mismo trato que a los inversores nacionales. Esto asegura que no haya discriminación basada en la nacionalidad del inversor, lo que genera un entorno de inversión justo y competitivo. Los inversores pueden transferir libremente al exterior sus beneficios, dividendos y capital invertido, lo que proporciona una gran flexibilidad y seguridad en la gestión de sus inversiones.

Perspectivas de la IED en el Paraguay

Federico Ravazzani, analista financiero, considera el anuncio como un gran logro, destacando su aspecto positivo, pero también advirtió sobre los riesgos y responsabilidades asociados. Entre los riesgos mencionados, señaló la posibilidad de no cumplir con las expectativas de mejoras continuas en el marco institucional, lo que podría llevar a la pérdida del grado de inversión, similar a lo sucedido en Brasil, un caso cercano. Subrayó la importancia de consolidar los progresos alcanzados hasta el momento.

A nivel más específico, el analista enfatizó que muchas empresas en el país deben actualizar aspectos relacionados con la gobernanza, el cumplimiento, la contabilidad y las auditorías para estar a la altura de un país con grado de inversión. Este nivel de actualización es necesario para acceder a capital en términos más atractivos para los tomadores, que es el principal beneficio del grado de inversión. Concluyó afirmando que, aunque el anuncio es muy positivo, las responsabilidades y obligaciones no pueden ser ignoradas y es crucial seguir trabajando a largo plazo.

El analista destacó que el reciente upgrade de Moody’s a Paraguay es muy valioso e importante, pero subrayó que, para ser considerado un país con grado de inversión, es necesario que al menos dos o las tres principales agencias de calificación estén de acuerdo. Actualmente, solo Moody’s ha otorgado esta calificación a Paraguay. Sin embargo, expresó su confianza en que Standard & Poor’s y Fitch seguirán la línea de Moody’s en poco tiempo, consolidando así el grado de inversión de Paraguay. En este momento, Paraguay tiene un split rating, ya que solo una agencia lo considera con grado de inversión mientras que las otras dos principales no lo han hecho.

En cuanto a los riesgos, el analista reconoció que se han realizado muchos avances positivos, pero también señaló que aún hay trabajo por hacer en áreas institucionales, legales, en las reglas de mercado y en el respeto a la inversión extranjera. Mencionó que recientemente algunos inversores extranjeros han levantado preocupaciones que podrían ser problemáticas si no se manejan adecuadamente. No obstante, valoró positivamente la respuesta del gobierno, destacando su actitud constructiva y su disposición a trabajar con las empresas que invierten en el país.

A pesar de ello, el analista advirtió que siempre habrá quejas y preocupaciones de algunos actores. Enfatizó que la seguridad jurídica y la institucionalidad son aspectos que requieren tiempo para construirse y que pueden destruirse rápidamente con malas decisiones. Resaltó que, aunque el trabajo realizado hasta ahora es muy positivo, es crucial no perder de vista que decisiones adversas a la inversión extranjera podrían representar un retroceso. Recordó que, así como un país puede recibir el grado de inversión, también puede perderlo. Concluyó afirmando que es preferible llegar a esa calificación de manera sólida y mantenerla, en lugar de alcanzarla débilmente y luego perderla. Aclaró que no cree que Paraguay vaya a perder su calificación, pero insistió en la importancia de no dormirse en los laureles.