Alonso Chaverri: “Paraguay ofrece condiciones atractivas para capitalizar nuevas inversiones, no solo en sectores tradicionales”

El nuevo representante del BID en Paraguay sostuvo que el desafío radica en aprovechar esta oportunidad sin precedentes que ofrece el perfil de riesgo favorable que presenta el país con el Grado de Inversión.
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El histórico grado de inversión pone al país en un nuevo radar de inversión extranjera directa donde antes no estaba. Esta visión la comparte Alonso Chaverri, el nuevo representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Paraguay, quien en la presente entrevista sostuvo que el desafío radica en aprovechar esta oportunidad sin precedentes, para lo cual es necesario profundizar en reformas que atiendan los retos en materia de desarrollo que el país tiene por delante.

El BID en Paraguay ha sido un actor financiador de varios programas de impacto económico y social, ¿Qué visión tiene sobre la economía nacional?

Gracias al esfuerzo de muchos años, hoy Paraguay se destaca por su estabilidad económica y oportunidades de inversión en diferentes áreas. Vemos que el país ofrece condiciones atractivas y favorables para capitalizar nuevas inversiones, no solo en sectores tradicionales como el agropecuario, sino también en sectores no tradicionales como la manufactura, la maquila, la exportación de servicios, la economía circular, la silvicultura, el hidrógeno verde y nuevas energías renovables. En muchos de estos sectores la demanda global está creciendo y Paraguay puede aprovechar sus ventajas comparativas únicas.

Esto es importante porque la atracción de inversión extranjera directa tiene el potencial de promover el desarrollo sustentable mediante la generación de empleo formal, la diversificación económica y la transferencia de conocimientos y tecnología. Todo ello favorece un aumento de la productividad que es necesario para mantener una posición macroeconómica favorable y respaldar el crecimiento. En un estudio del BID encontramos que, por cada dólar destinado a programas de atracción de inversiones, se genera un retorno de hasta US$ 56 de Inversión Extranjera Directa adicional, con US$ 41 de nuevas inversiones y US$ 15 de reinversiones.

Paraguay ya cuenta con una participación en varias cadenas globales de valor gracias a sus costos laborales competitivos, cercanía física y cultural con grandes mercados de América del Sur, leyes atractivas con incentivos a la inversión, abundancia energética y una estabilidad macroeconómica envidiable. A esto hay que sumar ahora el histórico grado de inversión, que pone al país en un nuevo radar de la inversión extranjera directa donde antes no estaba.

Por eso hoy vemos que Paraguay está bien posicionado para seguir por una senda de crecimiento sostenible que le permita, no solo mejorar las condiciones de vida de la gente, sino además ser parte de la solución a los principales desafíos globales como la inseguridad alimentaria o el cambio climático. El desafío de Paraguay aquí es aprovechar a tiempo esta oportunidad sin precedentes, para lo cual es necesario profundizar en reformas que atiendan los importantes desafíos de desarrollo que el país tiene por delante.

En los últimos años el banco ha aumentado su apuesta hacia la financiación de proyectos verdes, ¿Cambiará el enfoque de la financiación o mantendrán alguna cuota de crédito para proyectos de infraestructura?

En Paraguay, venimos apoyando inversiones en infraestructura económica y social. Lo hacemos porque atienden a dos desafíos de desarrollo importantes, como lo son la creación de condiciones necesarias para el desarrollo productivo y la inversión en capital humano. Las obras de infraestructura, por ejemplo, tienen múltiples beneficios. Por ejemplo, sólo las más recientes obras del sector Transporte que el BID financia y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones viene ejecutando generan un estimado de más de 17.000 puestos de empleos directos y 52.000 puestos de empleos indirectos. Pero, además, obras como las de la “Ruta de la Leche” que el BID financia buscan evitar la pérdida de miles de litros de leche debido a la falta de caminos asfaltados. Esto ayuda a generar mayores oportunidades para el crecimiento de la producción y el comercio en la región. A través de BID Invest, el brazo del sector privado del Grupo BID, nos encontramos apoyando también diversos proyectos.

En materia de infraestructura social uno de los proyectos más ambiciosos es el de fortalecimiento de los servicios de salud en la ciudad de San Estanislao, que prevé financiar el diseño, construcción, equipamiento y puesta en marcha del Hospital General de Santaní en una región estratégica del país como es el departamento de San Pedro. Se prevé que unos 90.000 pacientes serán atendidos por año.

También apoyamos con trabajo técnico en salud digital a través de cooperaciones técnicas con la implementación del Sistema de Información de la Salud (HIS), un sistema integrado de gestión informático que apunta a la digitalización completa del historial clínico de los usuarios del sistema sanitario público y que permite la recopilación de datos y generación de informes en tiempo real acerca de consultas, camas disponibles, stock de medicamentos, estudios solicitados y otros procesos de atención al paciente. No puedo dejar de mencionar que el Banco trabaja en la promoción de la calidad en la atención hospitalaria. Inició con un enfoque en la salud materno-infantil, actualmente también en enfermedades crónicas.

La deuda pública se ha elevado en los últimos años, principalmente tras la pandemia, a niveles cercanos al 40% del PIB. Esto está provocando mayores esfuerzos desde el punto de vista fiscal para cumplir con el pago del servicio de estos compromisos. ¿Considera que es prudente buscar alternativas para no pasar este nivel? ¿Qué recomendaciones dan desde el BID sobre mejores prácticas de manejo fiscal para economías como la de Paraguay?

En una de nuestras recientes publicaciones llamada “Lidiar con la deuda: Menos riesgo para más crecimiento en América Latina y el Caribe” destacamos la importancia de mejorar la eficiencia del gasto público y la recaudación de impuestos, así como la implementación de mecanismos apropiados para el cumplimiento de las reglas fiscales, como consejos fiscales independientes, flexibilidad y cláusulas de salvaguardia bien definidas para ajustar los balances fiscales y evitar un crecimiento explosivo de la deuda pública. Asimismo, es importante que en los procesos de consolidación fiscal no se deje de priorizar el espacio para la inversión pública, ya que los proyectos de inversión debidamente identificados y ejecutados tienen un efecto multiplicador sobre el crecimiento mayor. Complementando estos esfuerzos, fortalecer el marco que facilita el uso de instrumentos de financiamiento privado como las alianzas público privadas es fundamental.

Durante su estadía en Paraguay, ¿Qué planes o proyectos del BID pretende llevar adelante?

Desde el Banco trabajamos coordinadamente con las autoridades para conocer sus prioridades y apoyar en áreas de interés común. Nuestra guía es la nueva estrategia del Grupo BID llamada BIDImpact+ que los ministros de economía y finanzas de los países miembros del BID aprobaron en marzo de este año. El mandato es transformar y maximizar el impacto y la escala de los proyectos que apoyamos en América Latina y el Caribe enfocándonos en los resultados. Para eso articulamos el apoyo al sector público a través del BID, pero también financiamos al sector privado a través de BID Invest e impulsamos la innovación y emprendedurismo a través de BID Lab. Para Paraguay, esto significa acceso a recursos y apoyo estratégico para proyectos que busquen consolidar una economía ambientalmente sostenible, avanzar el desarrollo productivo y fortalecer la provisión de servicios sociales. Estos son elementos claves para el aumento de la productividad y la mejora de la calidad de vida de las personas.