BCP revisa al alza las perspectivas de crecimiento para el 2024, de un 3,8% a un 4%

Los riesgos para la economía están más equilibrados, aunque las tensiones geopolíticas y las condiciones climáticas adversas podrían aumentar la inflación y afectar los precios de las materias primas.
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Una mejora en los resultados del sector comercio y el ganadero, además de un aumento en la recaudación de impuestos a los productos, permitieron al Banco Central del Paraguay (BCP) revisar al alza la proyección de crecimiento para el producto interno bruto en 2024, desde un 3,8% inicial al 4%.

Con esta perspectiva, Paraguay se posiciona como líder en crecimiento de la región, en línea con la dinámica favorable que se espera para la economía global.

El BCP publicó este martes el informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente al tercer trimestre, en el que destacó las buenas proyecciones para el sector comercio, que podría crecer hasta un 5,1% este año, superando la estimación previa de 4,9%. El sector ganadero, impulsado por una mejora en los niveles de faenamiento, registró una revisión positiva, pasando de un 1,6% a un 5,4%.

En la misma línea, los impuestos a los productos también mostraron un crecimiento mayor a lo esperado, revisándose al alza de 6,8% a 9,5%.

“Estamos viendo una economía bien comportada”, dijo Carlos Carvallo, presidente del Banco Central, en foro financiero (CFOrum) organizado por 5Días el pasado lunes. Las perspectivas se alinean con modelo de proyección y los datos que preveía el BCP a comienzos de año, explicó.

De acuerdo con el titular de la banca matriz, las revisiones del año reflejan una economía “con un crecimiento diferente al del año pasado”. “El año pasado, los sectores secundarios y terciarios tuvieron un comportamiento distinto, ya que el crecimiento se concentró en la agricultura y las binacionales, específicamente en la generación de energía debido a un efecto base tras la sequía del 2022. Sin embargo, este año vemos un crecimiento más equilibrado. Sectores como las manufacturas no tradicionales y algunos servicios han recobrado dinamismo, y la construcción también ha mostrado una tendencia de crecimiento luego de una fase de ajuste postpandemia”.

SECTORES CON BAJO DESEMPEÑO

Sin embargo, se redujeron las proyecciones para el sector de electricidad y agua, revisándose a la baja de –2,8% a –4,0% debido a la severa sequía que redujo el caudal hídrico del Río Paraná. Por su parte, el sector agrícola, aunque tuvo una recomposición en las variables, mantuvo su perspectiva con una tasa de crecimiento situada en 1,8%.

Según el BCP, la menor producción de maíz con respecto a la prevista anteriormente estaría compensada por una mayor producción de trigo. Asimismo, las demás actividades (manufacturas, construcción, gobierno general y otros servicios) presentaron una dinámica acorde a la esperada, por lo que sus respectivas estimaciones no se han modificado. De esta manera, el pronóstico del PIB sin agricultura y binacionales se revisó al alza, de 4,5% a 4,9%.

DEMANDA

El BCP resaltó que en el tercer trimestre el consumo privado levantó señales de un crecimiento superior al pronosticado inicialmente, por tanto, se aplicó un ajuste al alza, pasando de un 4,3% a un 4,7%.

Entretanto, la expansión prevista para la formación bruta de capital fijo se revisó al alza de 5,0% a 5,8% debido al buen desempeño de las inversiones en maquinarias y equipos. Con relación a la demanda externa, el crecimiento de las exportaciones se ajustó a la baja (de 1,5% a 0,4%), explicado por las menores exportaciones de productos primarios (maíz) y de energía eléctrica. Por su parte, el crecimiento de las importaciones se revisó al alza (de 3,1% a 4,1%), principalmente por los mejores resultados de las importaciones para consumo interno.

INFLACIÓN

En cuanto a la inflación, el BCP no detecta desequilibrios significativos que puedan desviar la inflación de la trayectoria esperada. Por un lado, se ha seguido observando una reversión de los aumentos de precios de los componentes volátiles de la canasta del IPC, el PIB se encuentra en niveles cercanos a su potencial y los efectos de la depreciación de la moneda local han sido limitados.

Por otro lado, en el ámbito externo, los riesgos han tendido a moderarse, sobre todo con la disminución de los precios de commodities alimenticios y energéticos. Con las expectativas de las agentes alineadas al objetivo de mediano plazo y en ausencia de nuevos choques, se anticipa que la inflación se mantendrá en torno al 4% hacia fines de 2024 y a lo largo del horizonte de proyección.