“Es de suma importancia darle a la gente la oportunidad de hacer algo nuevo, de desarrollar, abrir una sucursal, lanzar un nuevo producto, lo que uno aprende haciendo algo nuevo es incalculable”, enfatizó el presidente del banco Familiar, la marca de entidad financiera más exitosa de Paraguay.
Compartió además los datos extraídos de un estudio realizado en Estados Unidos: lo que uno sabe equivale aproximadamente a un 15% de lo que estudia, un 25-30% es producto del ecosistema, con quién uno se vincula, y un 70-80% es de lo que uno hace.
Resaltó que la ética, la confianza y la visión a largo plazo son virtudes claves en la construcción de la vida profesional.
CLAVES DEL ÉXITO
El mundo financiero en Paraguay ha experimentado cambios significativos desde 1995, con la disminución de entidades bancarias y financieras. La clave del éxito de Familiar y el fracaso de otros bancos radica en el profesionalismo y la ética en el sector.
En este contexto, Acosta Garbarino recordó la importancia de formarse y mantener la confianza del público para lograr el éxito en la industria financiera.
Mencionó dos factores fundamentales que, a su parecer, determinan el éxito o fracaso de las instituciones financieras, desde su experiencia con el banco Familiar.
En primer lugar, enfatizó la importancia del «profesionalismo» en la gestión bancaria. Comparando la actividad bancaria con profesiones de alta exigencia como la medicina o la ingeniería, señaló que la complejidad del sector financiero requiere un alto nivel de competencia técnica en todos los niveles, desde el directorio hasta la gerencia. «Muchos de los bancos que quebraron lo hicieron debido a la entrada de personas sin el profesionalismo necesario», afirmó.
Así también señaló la necesidad de comprender que el verdadero motor de un banco no es el capital invertido, sino la confianza del público depositante. «El capital representa menos del 10% del dinero manejado por un banco; el verdadero tesoro son los ahorros del público», destacó. Asimismo, hizo hincapié en la importancia de la formación especializada para abordar áreas específicas del negocio financiero, como el crédito al consumo o el financiamiento agrícola.
El segundo pilar crucial identificado por Acosta Garbarino fue la «ética», dado que la confianza del público en el sector financiero se basa tanto en la competencia técnica como en la integridad ética de los profesionales. «Construir una reputación sólida en el sector financiero requiere un compromiso inquebrantable con los más altos estándares éticos», afirmó.
Ejemplificó su argumento con el caso de los médicos, señalando que la confianza en un profesional va más allá de su competencia técnica; también implica la confianza en su ética profesional. «Confío en un médico no solo por su capacidad para operar, sino también por su integridad ética», dijo.