Pablo Gampel vivió en Estados Unidos donde creció profesionalmente como jefe de ventas de la desarrollista Miami Fortune International por 10 años. Es fundador de GMP Company desarrollista en Argentina. En la actualidad, desarrolla su marca personal como inmobiliaria global en mercados como Argentina, Estados Unidos y Paraguay.
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo laboral?
Mi primera experiencia en Real State fue con Fortune, que es una empresa de Miami que comercializa departamentos en Estados Unidos. Cuando voy a Miami a conocer al dueño de Fortune cae Lehman Brothers y ahí empiezo a ver que los precios estaban exactamente igual que en 1997. Entonces dije acá hay una oportunidad y empezamos a comprar y vender propiedades en Estados Unidos hace ya15 años que trabajo allí con mi propia compañía. Hoy nosotros comercializamos, compramos, vendemos y revendemos a todos los desarrollistas de Miami. Con la experiencia en Estados Unidos empezamos a desarrollar en Córdoba, siempre uno quiere hacer algo donde vive.
¿Cómo fue su desembarco en Paraguay?
Después de la crisis de la pandemia, subieron muchísimo los precios en Estados Unidos entonces a razón de un amigo Alejandro Powell que trabaja en Zuba, con los cuales estoy haciendo algunos negocios ahora, me dice Vení a Paraguay y ahora ya no me voy más porque la verdad que este año ha sido excelente en experiencia, en descubrir un país hermoso, la gente.
¿Cuál sería su visión de un liderazgo efectivo?
Lo que me atrae mucho de Paraguay es que hay muchas cosas para hacer. Nosotros hoy somos una empresa que estamos siempre inmersos en la innovación. Yo creo que el liderazgo va de la mano de la modernización, hay que aggionarse a lo que se viene. Hoy por ejemplo tuvimos una reunión para tokenizar activos inmobiliarios, es lo que está mostrando el mundo. Viene también desde la capacitación, de la humildad del conocimiento, de aprender con la capacidad de armar equipos y de hacer crecer también a la gente que está con uno. Yo creo que ese es el secreto de los líderes modernos. Hoy el liderazgo es mucho más horizontal que antes y se trabaja más en equipo.
Principales logros obtenidos
Sigo siempre en ascenso, con hitos, pasé de vender helados en la playa en Miami a venderle en esa misma ciudad a Jorge Messi. Es ahí donde resume mi trayectoria, de empezar de nada a poder hacer una operación de US$ 10 millones de dólares en un día. El más importante fue que le mostré un solo departamento y venderle ese a una persona que podía comprar cualquiera en un mercado donde hay miles de departamentos lindos, ese fue un logro personal y profesional muy relevante.
¿Cuáles son los desafíos que tuvo que afrontar en su recorrido?
Me llevó también ocho meses de no dormir de ansiedad. Esto de ser dueño o CEO tiene un lado que mucha gente no lo ve, lleva mucho sacrificio, tiempo sin mis hijos. Tiene un lado muy bueno pero hay que estar dispuesto a pagar el precio de estar y mantenerse en una posición donde todos los días tenés que estar tomando decisiones que te gustan y que no te gustan.