Con una primera inversión de US$ 85.000 inició cinco años atrás con el prototipo de su primera motocicleta eléctrica, logrando conectarla a la plataforma y levantar con esto un angel investment de US$ 300.000. Tras el éxito de su piloto, en su siguiente ronda de financiación (Ángel Round) captó US$ 750.000, que fue destinado a la expansión nacional y los inicios de la apertura internacional.
Ariel Revollo, CEO de MOBI Latam, comentó que actualmente se encuentran estructurando la siguiente ronda pre-seed que será de US$ 3,5 millones. “Esta semilla tiene US$ 2 millones de composición para stocks para vehículos, US$ 1 millón para toda la parte de infraestructura, equipamiento y preparación del proyecto y US$ 500.000 en programas de educación”, detalló.
La startup boliviana desembarcó en Paraguay a inicios del año pasado con un plan que, en un primer momento, incluyó 40 unidades entre scooters y bicicletas eléctricas para la capital. A un año de su llegada al país, anunciaron la inversión de US$ 4,5 millones para la construcción de su planta en la ciudad de Limpio, que operará bajo el régimen de maquila.
“Es una planta de 1.500 metros con una capacidad de producción de hasta 1.000 unidades por mes. Tenemos como mercado fuerte a Lima, Perú, en donde estaríamos llegando en el segundo semestre, también ir a nuestro mercado nativo que es Bolivia y queremos que una parte de nuestra producción se quede en Asunción, entonces estamos considerando al mercado local 100% enfocado a las plataformas digitales como PedidosYa, Monchis, entre otros”, adelantó.
Entre las razones detrás de la elección de Paraguay para la instalación de su planta, además del régimen de maquila y la estabilidad macroeconómica local, Revollo puso en contexto la situación por la que atraviesa su país.
“Bolivia tiene una situación política compleja, estamos atravesando con algunos desafíos como país que tiene mucho que ver con transiciones y conflictos internos que empujan a los empresarios a ver opciones alternativas de producción, sobre todo en lo que hace a las inversiones para producción a gran escala”, refirió.
EN BUSCA DEL CASO DE ÉXITO
Si bien un escenario propicio para la inversión extranjera impulsaron a que MOBI siente sus bases en el país, su CEO también resaltó la ubicación geográfica estratégica que tiene Paraguay como punto de conexión con otros países. “Es una hora y media en vuelo, digamos, no es algo complejo, puedes volver el mismo día incluso”.
Pero más allá de este aspecto, Revollo considera que esta apuesta puede ayudar a llegar a ese caso de éxito que tanto hace falta. “Una compañía que la saque al estadio y que pueda servir como una especie de jurisprudencia para todas las empresas que quieran hacer lo mismo. Esperamos poder serlo, ser ese caso de éxito boliviano que tiene su producción en Paraguay, esto hace una importante transición a Paraguay. Aprovecha tanto el conocimiento que en Bolivia se pudo pilotar, como también las oportunidades de escalar el negocio dentro Paraguay”, refirió.
UNA MOTO, UN EMPLEO
MOBI opera bajo el modelo de suscripción a motos eléctricas con todo incluido: intercambio ilimitado de baterías en las estaciones, seguro contra accidentes, mantenimiento preventivo, mantenimiento correctivo, monitoreo 24/7. De esta manera, las personas que trabajan como repartidores en vehículos a gasolina podrán ahorrar hasta un 50% en sus costos operativos al migrar a una moto eléctrica.
“Cada suscripción equivale a un empleo, entonces si te digo que podemos producir mil motocicletas, podemos colocar mil empleos al mes. Esperamos que nuestra capacidad instalada dentro de Asunción pueda llegar a las 20.000 unidades en los próximos dos o tres años”, señaló.
Las plataformas de logística de dos ruedas también se verán beneficiadas económicamente, ya que MOBI Latam se encargará de conseguir y fidelizar a los repartidores, generando un ahorro sustancial en el reclutamiento y capacitación como también la simplificación de sus modelos de negocio.
En el plano social, la startup apuesta por el concepto de E-Rider, jerarquizando el trabajo de los conductores, posicionándolos como agentes de cambio y desarrollando programas de educación vial, conducción a la defensiva, manejo de finanzas personales y otros. “Las personas tendrán programas de educación donde aprenderán a manejar mejor su motocicleta y como entender mejor sus finanzas”, puntualizó el CEO.
En lo que respecta al impacto ambiental, cada motocicleta eléctrica que reemplaza una a combustión ahorra 1,5 toneladas al año de emisiones de carbono.
PROYECCIONES
Según comentó Revollo, al acabar la inversión de US$ 4,5 millones en junio del 2025 deben tener 2.000 suscripciones y un ingreso anual recurrente de US$ 3 millones para aperturar una nueva ronda.