Lima, Perú. Durante el 2023, la inversión privada en el Perú experimentó una disminución del 7.2%, representando el peor desempeño en los últimos catorce años. No obstante, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) anticipa un cambio positivo en esta tendencia para el 2024, esperando un crecimiento del 1.8% en este sector. Este pronóstico proviene del Reporte de Inflación de diciembre del BCRP, que se encuentra en proceso de actualización.
Julio Velarde, presidente del BCRP, durante su intervención en la Prospectors & Developers Association of Canada (PDAC 2024), subrayó que el declive registrado el año anterior estuvo marcado principalmente por descensos en las áreas de inversión residencial y minera. Según Velarde, el sector residencial vio una normalización luego de un auge durante el confinamiento, fase en la cual también se enfrentó a controversias asociadas al caso de corrupción ‘Sada Goray’, ligado tanto a la inmobiliaria Markagroup como al Fondo Mivivienda.
En el sector minero, la caída es atribuida a la comparación con el año 2022, cuando aún se apreciaban inversiones del proyecto Quellaveco. Sin embargo, para el año en curso, Velarde expresó optimismo, especialmente para las inversiones brownfield, las cuales se prevé que experimenten un crecimiento superior al 5%. Es relevante mencionar que los proyectos brownfield implican la modificación, ampliación, o mejora de infraestructuras preexistentes, a diferencia de los greenfield, que se desarrollan en áreas sin construcciones previas. Actualmente, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem), la cartera de exploración minera peruana incluye 16 proyectos brownfield y 54 greenfield.
Por otra parte, la inversión no minera y no residencial, que representa el 50% de la totalidad y abarca sectores como manufactura y restauración, después de crecer un 40% en 2021, mantuvo un nivel estable en 2022 y retrocedió un 2.6% durante el año pasado. Para 2024, se espera un modesto aumento del 0.7% en esta categoría de inversión.