Lima, Perú. En un reciente estudio del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), se revela que a enero de 2024, el sector de las micro y pequeñas empresas (mypes) ha experimentado un modesto incremento en la obtención de préstamos del sistema financiero, representando el 24 % del total otorgado al ambiente empresarial, lo cual se traduce en una cifra aproximada de us$67.640 millones.
Este crecimiento de 1.8 % respecto al año previo es considerado insuficiente por expertos del sector. Óscar Chávez, jefe del IEDEP, interpretó este fenómeno como una señal de desaceleración en la expansión de créditos para las mypes, en contraste con la disminución en la facilitación de préstamos a empresas de mayor tamaño, que han registrado caídas de 10.1 % y 12.2 %, respectivamente.
Los desafíos financieros para las mypes se magnifican al considerar las altas tasas de interés que el sistema les impone. En términos de préstamos a corto plazo (hasta 360 días), los bancos han establecido un promedio de 41.9 %, mientras que para plazos mayores (más de 360 días) el interés promedio es de 21.1 %.
Contrastando estos datos, las empresas más grandes disfrutan de tarifas considerablemente más bajas, marcando 9.4 % y 8.7 % para los mismos plazos, respectivamente. Esta diferencia notable en las tarifas de interés refleja el mayor riesgo y los costos administrativos vinculados a las mypes, además de la fluctuación de sus ingresos. «Se observa para las mypes un crecimiento en las tasas de interés de corto plazo» indicó Chávez, subrayando la incertidumbre económica como una causa potencial.
Además, este escenario se complica aún más cuando se observa la situación crediticia desde la óptica de las cajas municipales de ahorro y crédito, así como las cajas rurales, donde las tasas para mypes alcanzan hasta 47.4 % para préstamos cortos y 36.8 % para los de mayor duración. En cambio, las empresas más consolidadas se benefician de tasas significativamente menores, como demuestran los promedios de 15.7 % y 15.8 %, lo que refleja la disparidad sistemática de acceso a financiamiento favorable entre distintos tamaños empresariales.
Un aspecto adicional de preocupación es el incremento de la morosidad, especialmente entre las medianas empresas, donde ha alcanzado un preocupante 14.2%, la tasa más alta desde 2014. Este fenómeno pone de manifiesto la presión financiera y la incapacidad de pago que enfrentan algunos sectores empresariales. En el caso de las mypes, la morosidad se sitúa en 8.5% para pequeñas empresas y 5.7% para microempresas, manteniéndose dentro de los márgenes promedio de los últimos años. «El rezago de la recesión y la desconfianza empresarial en 2023 explicarían estos resultados«, comentó Chávez, apuntando a las raíces del problema.
Este análisis integral del IEDEP arroja luz sobre las dificultades económicas y financieras que persisten para las mypes en el Perú, en un contexto de tasas de interés onerosas y retos en la obtención de crédito, elementos que complican su operatividad y crecimiento.