Lima, Perú. El terminal portuario multipropósito de Chancay, con un avance del 40% en su construcción y con planes de iniciar operaciones en el último trimestre del 2024, se posiciona como el proyecto portuario más grande de Perú, y uno de los más importantes en Sudamérica. Con una inversión superior a los 3,400 millones de dólares, de los cuales 1,315 millones se invierten en la primera etapa, el puerto promete reducir significativamente los tiempos de transporte marítimo entre Sudamérica y Asia, pasando de 35-40 días a solo 23.
La obra, a cargo de Cosco Shipping Ports Limited con el 60% de las acciones y Volcan Compañía Minera con el 40%, generará alrededor de 9,300 empleos entre directos e indirectos, impulsando la economía local y del país.
Estrategia y expectativas de comercio
Cosco Shipping Ports, en colaboración con Volcan Compañía Minera, asegura que el puerto de Chancay no sólo será un espacio logístico moderno y eficiente, sino también operará como un hub regional clave para el intercambio comercial entre Sudamérica y Asia, en particular con el puerto de Shanghái.
Se espera que el puerto maneje un millón de contenedores-TEU y seis millones de toneladas de carga suelta en su primer año, dinamizando, así, la zona de Lima Provincias con la creación de cerca de 10,000 nuevos puestos de trabajo.
Su ubicación estratégica en la costa central de Perú, permite la recepción de grandes embarcaciones y contribuye a la conectividad del comercio marítimo sudamericano.
Infraestructura y Capacidad Operativa
La infraestructura del puerto de Chancay incluirá cuatro amarraderos y áreas operativas que suman 730,000 metros cuadrados (786,0000 square feet), además de una zona auxiliar integral de 270,000 metros cuadrados (2906252 square feet).
Diseñado para un manejo diversificado de mercancías, incluyendo granos y contenedores con carga rodante, el puerto contará con un túnel de 1.8 kilómetros (1.12 miles) que formará parte del corredor vial para el tránsito de cargas, aumentando la eficiencia en la movilización de bienes. Este viaducto subterráneo presenta un progreso de perforación de 50%, lo que resalta el compromiso de la operación portuaria con la logística moderna y el desarrollo de la infraestructura comercial de Perú.