En Estados Unidos llegó una nueva razón que parece dar respuesta a la quiebra que algunas empresas han atravesado: los aranceles; al menos así pareció cuando el abogado de At Home Group compareció ante el juez de quiebras de Estados Unidos en junio pidiendo eliminar cerca de 2,000 millones de dólares de su deuda.
La excusa se escucha cada vez más en tribunales. La importadora de azulejos Mosaic Cos. los culpó en una presentación reciente. Apenas unas semanas antes, fueron el proveedor de autopartes Marelli Holdings y el comerciante de aluminio Sinobec Group.
En total, los aranceles se han presentado como una razón clave en al menos 10 quiebras en Estados Unidos desde principios de abril, cuando el presidente Donald Trump anunció por primera vez una nueva ola de gravámenes, según datos recopilados por Bloomberg.
Pero para muchos economistas y analistas, la estrategia de culpar a los aranceles no se sostiene, al menos no todavía. Para empezar, afirman que es demasiado pronto para que los últimos aranceles hayan tenido un impacto significativo en el rendimiento corporativo, especialmente para las empresas que suelen tener inventarios para varios meses.
Es más, datos recientes que muestran un sólido crecimiento del empleo, el aumento de los salarios y una tasa de desempleo persistentemente baja indican que la economía aún se mantiene fuerte.
Es el último capítulo de un trillado manual de quiebras corporativas, donde las empresas atribuyen su colapso a todo, desde la inconstancia de los consumidores hasta las fluctuaciones monetarias, e incluso el mal tiempo, a cualquier cosa menos a sus propios errores.
Si bien los analistas del mercado afirman que los aranceles podrían eventualmente llevar a la ruina a varias empresas en dificultades, actualmente se consideran más una excusa para encubrir problemas más profundos.
“Las empresas están pasando apuros, pero los aranceles no las llevaron a la quiebra”, afirmó Stephanie Roth, economista jefe de Wolfe Research.
“Hasta que el mercado laboral comience a desmoronarse de forma realmente negativa, no hay motivos fundados para creer que los consumidores deberían replegarse o que la economía se esté debilitando lo suficiente”.
Aranceles o un pretexto más
Ejemplo de ello se encontró a Take At Home, de acuerdo con Bloomberg. La compañía, que vende de todo, desde muebles de jardín hasta alfombras y decoración de pared genérica; presentó problemas de deuda desde antes de las rondas arancelarias de Trump.
Desde su adquisición en 2021 por la firma de capital privado Hellman & Friedman ya mostraban problemas de deuda, sumado al impacto del Covid-19 que provocó un aumento en costos y mano de obra.
O el proveedor de autopartes, Marelli, que dijo en una presentación judicial que había sido afectado por la política arancelaria de Trump a los automóviles en marzo. Sin embargo, información de la industria mostró que el cambio a la automatización y electrificación exigían cambios en la estrategia de las empresas.
El verdadero impacto
Para los analistas, el efecto arancelario podría ser más notorio en los siguientes meses, mismos que podrían generar quiebras; sin embargo, dependerá del desarrollo de las negociaciones de la administración del presidente estadounidense.
Los indicadores económicos recientes —gasto del consumidor, ventas minoristas, actividad fabril estadounidense— ya muestran una disminución de la demanda en medio de la incertidumbre política. El número de empresas con mayor riesgo de impago se encuentra en su nivel más alto en 11 meses, según informó Moody’s Ratings en un informe a principios de esta semana.
Por ahora, algunos dicen que si los planes para una reestructuración ya estaban en marcha, los impuestos de Trump podrían haber servido simplemente como motivación para declararse en quiebra antes.
Con información de Bloomberg.
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