Canadá no solo busca boicotear las ventas de las bebidas espirituosas estadounidenses sino que también está reduciendo el gasto en bebidas alcohólicas, de acuerdo con un análisis de la asociación comercial Spirits Canada.
Las ventas de las bebidas espirituosas estadounidenses cayeron 66% en Canadá entre el 5 de marzo, cuando se anunció que no se venderían las bebidas alcohólicas de Estados Unidos (EU), y finales de abril. En total, las ventas cayeron cerca de 13%.
En Ontario, el mayor mercado del país, las ventas de bebidas espirituosas estadounidenses cayeron un 80% desde que se eliminaron los productos estadounidenses de la provincia, según el análisis.
El mercado en general se está contrayendo, ya que los consumidores canadienses evitan por completo las licorerías. La categoría de bebidas espirituosas disminuyó interanualmente en abril, contrayéndose un 3.3% hasta los 405.5 millones de dólares.
Desde su exclusión de la bolsa, las ventas de bebidas espirituosas fabricadas en Canadá cayeron un 6.3%, mientras que otras bebidas espirituosas importadas cayeron un 8.2%, según el informe.
Canadá y el orgullo del boicot
Fue el pasado 9 de marzo cuando Canadá retiró de los estantes de las licorerías las bebidas espirituosas de origen estadounidense luego de que el presidente Donald Trump amenazara con imponer aranceles del 25% y, además, entraran brevemente en vigor.
Los empleados de las licorerías guardaron inmediatamente todo el alcohol, llenando de imágenes en la televisión y medios de comunicación.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, respondió a las amenazas de Trump con un arancel del 25% a productos estadounidenses por 20,500 millones de dólares. A ello se sumó el retiro de las bebidas espirituosas estadounidenses.
El whisky estadounidense y otras bebidas prácticamente han desaparecido de las licorerías estatales de Ontario como parte de las represalias de Canadá a los aranceles comerciales estadounidenses.
El gobierno de Ontario controla no solo la distribución, sino también muchos de los puntos de venta, y ha adoptado una postura firme al retirar los productos estadounidenses de los estantes de las licorerías. Aun así, las marcas de cerveza estadounidenses son más fáciles de conseguir.
Por su parte, las empresas estadounidenses consideran que el impacto será limitado ya que, explicaron, Canadá representa solo una pequeña parte de las ventas de los principales fabricantes de bebidas espirituosas.
Con información de Bloomberg y agencias.
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