El transporte interurbano en México ha estado dominado por pocas empresas durante décadas, lo que ha resultado en precios altos y poca innovación.
Flix, plataforma alemana de movilidad, busca cambiar esa dinámica con un modelo que promueve mayor competencia y digitalización.
El mercado mexicano de autobuses de larga distancia mueve alrededor de 8,000 millones de dólares anuales, colocándose como el tercero más grande del mundo, sólo detrás de China e India.
Este tamaño fue determinante para que México se convirtiera en el primer país de expansión de Flix en Latinoamérica. La compañía asegura que los precios en México son 130% más altos que en otros países, lo que representa una oportunidad para ofrecer boletos más accesibles.
Su modelo asset-light le permite enfocarse en tecnología, rutas, marketing y precios, mientras que transportistas locales aportan autobuses y operadores.
Experiencia global
Flix conecta a múltiples transportistas bajo su marca, establece estándares de servicio y aprovecha su experiencia en Europa y Estados Unidos, donde controla hasta 95% del mercado de autobuses de larga distancia.
Además, en 2021 fortaleció su presencia en Norteamérica con la compra de Greyhound. La estrategia de entrada en México inició en Monterrey, conectando con Ciudad de México y con más de 1,600 destinos en Estados Unidos y Canadá.
Actualmente opera 13 rutas nacionales y planea sumar destinos turísticos y de largo recorrido. Los resultados iniciales superaron expectativas, con un flujo mayor de visitantes estadounidenses y canadienses hacia México, contrario a lo que anticipaban.
La compañía también desarrolla infraestructura propia, como estaciones y lounges en Ciudad de México, Monterrey y Torreón, para mejorar la experiencia del pasajero.
Flix busca construir una red nacional robusta, combinando rutas domésticas con conexiones internacionales, impulsando la competencia en el sector y ofreciendo una alternativa más tecnológica y accesible para los usuarios.
Con información de Expansión.
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