Situación de la economía mexicana y propuestas Alternativas

Dr. Jorge A. Lera Mejía

Durante la transición presidencial de Andrés Manuel López Obrador a Claudia Sheinbaum, la economía mexicana ha enfrentado una serie de desafíos reflejados en la caída de variables macroeconómicas clave como el consumo privado, el ahorro, la inversión fija bruta, el empleo formal, las remesas y las exportaciones automotrices, según datos recientes del INEGI y otras fuentes oficiales. Este contexto genera preocupación sobre la estabilidad y el crecimiento económico en el corto y mediano plazo.

DIAGNÓSTICO DE VARIABLES MACROECONÓMICAS NACIONALES:

Consumo privado

El consumo privado, motor principal de la demanda interna, ha mostrado una tendencia ligeramente negativa. En abril y mayo de 2025, el consumo privado cayó 0.8% y 0.5% anual respectivamente, mientras que en marzo retrocedió 1.3% anual. Esta desaceleración se atribuye a la disminución de la confianza de los consumidores, la persistencia de la inflación y el encarecimiento del crédito, así como a la contención del poder adquisitivo de los hogares.

Ahorro

El ahorro bruto representó el 19% del PIB al cierre de 2024, con una contribución interna del 21.9% y una aportación negativa del exterior de -2.9%. Aunque la inclusión financiera ha mejorado, con regiones como el noroeste alcanzando 71.3% de adultos con cuentas de ahorro formal, la capacidad de ahorro voluntario sigue siendo baja, especialmente en el sur y entre mujeres.

Inversión fija bruta e infraestructura

La inversión fija bruta ha registrado caídas consecutivas: en enero de 2025 se desplomó 6.7% anual, y en febrero apenas avanzó 0.1% mensual, sumando seis caídas anuales al hilo. La inversión pública en infraestructura cayó principalmente en la construcción no residencial, con un desplome de 16.2% anual en enero, mientras que la maquinaria y equipo también retrocedieron.

Empleo formal

El empleo formal creció apenas 0.2% interanual entre enero y abril de 2025, con una tasa de desempleo de 2.5% y una informalidad persistente del 54.4%. La creación de empleos formales es insuficiente para absorber la demanda laboral, y la mayoría de los nuevos puestos se concentran en pocos estados. Los requerimientos anuales de empleo formal en México son por un millón 200 mil de empleos, para atender la demanda de las nuevas generaciones. En México, durante el 2024, se crearon sólo 213 mil 993 empleos formales afiliados al IMSS. Esta cifra es inferior a la meta nacional de 1.2 millones de empleos anuales y representa la segunda generación de puestos de trabajo más baja en la última década, sin considerar los efectos de la pandemia.

La creación de empleo en lo que va del año (mayo 2025) es de 133,665 puestos; 58.8% por debajo de lo que se generó en el mismo periodo de 2024. Al 31 de mayo de 2025 se mantiene el registro ante el IMSS de 22 millones 372,044 puestos de trabajo, de los cuales el 87.2% son permanentes y el 12.8% son eventuales.

Remesas

Las remesas, aunque crecieron 1.9% anual en enero de 2025, mostraron una caída mensual de 10.78% respecto a diciembre de 2024, reflejando la volatilidad y el impacto de políticas migratorias en Estados Unidos. El flujo de remesas en el primer trimestre fue de 14,269 millones de dólares, apenas 1.3% más que el año anterior. Lo más grave sería, el impacto si se aprobará en septiembre, el anunciado impuesto del 3.5% a los envíos de remesas mexicanas desde EE.UU.

Exportaciones automotrices

El sector automotriz, motor de las exportaciones mexicanas, registró una caída anual del 7.3% en el primer cuatrimestre de 2025, afectado por la guerra arancelaria con Estados Unidos y la desaceleración global. El 81.4% de las exportaciones automotrices tuvo como destino Estados Unidos, lo que evidencia la alta dependencia de ese mercado.

Implicaciones económicas

El estancamiento y la caída de estas variables reflejan un entorno de incertidumbre política y económica, tanto interna como externa. La falta de inversión, la debilidad del consumo y la dependencia de factores externos como remesas y exportaciones automotrices limitan el potencial de crecimiento. El bajo dinamismo del empleo formal y la alta informalidad agravan la desigualdad y la precariedad laboral.

La economía mexicana creció solo 0.6% anual en el primer trimestre de 2025, lejos de las metas oficiales y con la mayoría del PIB en estancamiento. La incertidumbre sobre el futuro del T-MEC y la política comercial de Estados Unidos añade presión sobre la integración regional y la estabilidad macroeconómica.

PROPUESTAS ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN:

Corto plazo

Estímulos fiscales y monetarios: Implementar incentivos temporales para reactivar el consumo y la inversión, especialmente en sectores estratégicos como manufactura, construcción y servicios.

Programas de empleo: Fortalecer programas de empleo formal y capacitación laboral, priorizando regiones y sectores con mayor rezago.

Apoyo a las remesas: Facilitar el envío y recepción de remesas mediante reducción de costos y mejora de la infraestructura financiera.

Mediano plazo

  • Certidumbre jurídica y política: Garantizar la autonomía de órganos reguladores y la transparencia en la toma de decisiones para atraer inversión nacional y extranjera.
  • Impulso a la inversión pública y privada: Reactivar la inversión en infraestructura productiva y tecnológica, promoviendo esquemas de coinversión público-privada.
  • Diversificación exportadora: Fomentar la diversificación de mercados y productos de exportación para reducir la dependencia del sector automotriz y de Estados Unidos.
  • Educación financiera y ahorro: Promover la educación financiera y el ahorro voluntario, especialmente entre mujeres y jóvenes, para fortalecer la resiliencia de los hogares.

La economía mexicana enfrenta un periodo de estancamiento y vulnerabilidad ante choques internos y externos. La recuperación requiere acciones coordinadas que restauren la confianza, impulsen la inversión y fortalezcan el mercado laboral y la inclusión financiera. Solo así se podrá retomar una senda de crecimiento sostenible e incluyente.