¿Que futuro económico le depara a México con el PEF 2024?

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) analizó el paquete y resalta la necesidad de una reforma fiscal
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El Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 se presenta en un contexto global de crecimiento económico, menor inflación y tasas de interés aún elevadas. No obstante, la propuesta para el próximo año fiscal plantea aumentar el gasto público mediante un mayor déficit, algo que ni siquiera se hizo durante la pandemia.

Si bien se proponen más recursos para pensiones, salud y educación, también se incrementa el endeudamiento, por lo que urge reforzar los ingresos públicos para financiar adecuadamente los programas presupuestarios en todos los niveles de gobierno.

La propuesta contempla un endeudamiento sin precedentes del 5.4% del PIB. La aparente baja del indicador de deuda en 2023 se debe sólo a cambios en el cálculo del PIB y no a una reducción real del saldo. Además, en 2024 el costo financiero de la deuda subiría 11.8% en el Gobierno Federal y 16.1% en empresas paraestatales.

Es necesario que las proyecciones del paquete estén sustentadas en información económica y demográfica sólida, para no heredar responsabilidades insostenibles a futuras generaciones.

El gasto neto total planteado en el Paquete Económico 2024 alcanza la cifra récord de 9.06 billones de pesos. Sin embargo, el 80% de este gasto ya está comprometido en pensiones, gasto federalizado y costo de la deuda, principalmente. Debido a la caída esperada de ingresos y el incremento del gasto, el espacio fiscal disponible se reduce 57% respecto a 2023.

Se deben revisar con urgencia al menos cuatro rubros de gasto para expandir el espacio fiscal, como las pensiones y Pemex, así como para mejorar el bienestar de la población, como la salud y los cuidados. El aumento del gasto para 2024 no tiene una visión de mediano plazo, no considera las carencias de jóvenes y niños, y no tiene perspectiva intergeneracional ni de género.

Se estima que al cierre de 2023 habrá una menor recaudación a la presupuestada. Para 2024 se propone un gasto federalizado apenas 0.5% mayor, cuando este año no se ha cumplido con su pago a estados. Esto debe considerarse para que los nuevos gobiernos estatales realicen propuestas acorde a sus posibilidades reales.

Un 22% del gasto neto es para pensiones, perpetuando la desigualdad entre adultos mayores. Se requieren reformas profundas al sistema de pensiones para hacerlo más equitativo e igualitario, con fuentes de financiamiento sostenibles en el mediano y largo plazo.

El presupuesto asignado al sector energético en 2024 tendrá una reducción del 7.2% respecto a 2023. El gasto en medio ambiente también sufrirá un recorte del 11.4%. La disminución en energía refleja un ajuste del 41% al programa de infraestructura de hidrocarburos y mantenimiento. El recorte ambiental se centra en proyectos hídricos, generando desafíos en adaptación al cambio climático y acceso al agua.

 

El gasto de inversión para 2024 representaría el 12.2% del gasto neto total, con una caída de 11.1% frente al aprobado en 2023. Algunas obras hidráulicas, proyectos de transporte y el espacio cultural de Los Pinos se consideran prioritarios y tendrían un incremento respecto a 2023. Sin embargo, es necesario dar continuidad a todos los proyectos de inversión para garantizar crecimiento económico y reducir desigualdad.

El gasto en educación aumentaría 2.7%, aunque alcanzaría mínimos históricos como proporción del PIB y gasto total desde 2016. El 85.5% del incremento se concentraría en nómina, dejando de lado la educación inicial y nuevas tecnologías. Los programas emblemáticos actuales de becas, mejoramiento de escuelas y universidades de bienestar no tienen cambios significativos. Además, persiste una brecha de 0.81 puntos del PIB respecto a la recomendación de organismos internacionales de destinar entre 4-6% del PIB a educación.

El gasto en salud aumentaría 5.9% en 2024: tres cuartas partes irían al IMSS y una cuarta parte a población sin seguridad social. Esto elevaría el gasto per cápita del IMSS y del IMSS-Bienestar en 10% y 13% respectivamente. No obstante, el gasto por persona sin seguridad social sigue siendo menos de la mitad que en el IMSS ordinario. El incremento en IMSS-Bienestar equivale al costo de dos vacunas contra la influenza, por lo que aún falta camino para alcanzar un sistema universal y con financiamiento suficiente en salud.

Los programas de cuidados prevén en conjunto 44,870 millones de pesos para 2024, representando apenas 0.7% del gasto programable y 2.3% del gasto en pensiones. Se carece de un Sistema Nacional de Cuidados que beneficiaría a 18.8 millones de personas, principalmente de bajos recursos, siendo su creación una tarea urgente.

Se estiman ingresos presupuestarios por 7.3 billones de pesos, 1.8% menos que en 2023, equivalentes al 21.3% del PIB. Este porcentaje del PIB es similar al de 2018 y sería el más bajo desde 2019. Respecto a 2018, los ingresos tributarios subirían 1.7 puntos del PIB y los energéticos caerían 1.4 puntos, aumentando la dependencia tributaria. Si bien el ISR se ha fortalecido, los gastos fiscales en IVA e IEPS petrolero han limitado esta mejora en la recaudación.

Para 2024 se proyectan ingresos petroleros por 1 billón de pesos, un 3.1% del PIB, lo cual representa una caída del 23.9% respecto a 2023 y 28.8% menos que en 2022. Esto se debe a un menor precio del petróleo y a una menor tasa aplicada a Pemex. Esta reducción tendrá un impacto negativo en todos los estados, enfatizando la necesidad de reconsiderar la distribución de ingresos petroleros para garantizar estabilidad fiscal a largo plazo.

Incluso con crecimiento optimista, existe una deuda social en cinco sectores clave para el desarrollo: se requieren más recursos en salud; falta visión de futuro en educación; no se impulsa un sistema de cuidados; crece la deuda con el medio ambiente; y la inversión es menor a lo recomendado.

 

El Paquete Económico 2024 refleja la falta de una reforma fiscal en años recientes. Se requieren cambios para asegurar un sistema fiscal sostenible, justo y progresivo de cara al futuro.