Las conversaciones entre Estados Unidos y China se centran en relajar los controles a la exportación de bienes estratégicos como las tierras raras y los semiconductores, cuya escasez amenaza con frenar a la industria global.
El secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, aseguró que las negociaciones comerciales con China, celebradas en Londres, «van bien» y que se espera que continúen a lo largo de toda la jornada.
«Estuvimos hablando todo el día ayer y esperamos pasar todo el día hoy. Las conversaciones van bien, estamos pasando mucho tiempo juntos», declaró Lutnick a los reporteros congregados en los alrededores de Lancaster House, el palacio londinense donde tienen lugar las discusiones.
Lutnick lidera la delegación estadounidense junto al secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante comercial Jamieson Greer. Por parte de China, la delegación está encabezada por el vice primer ministro He Lifeng, hombre de confianza del presidente Xi Jinping.
Poco después de las 10:30, hora local (09:30 GMT), ambos equipos regresaron a la mesa de diálogo en Lancaster House con el objetivo de cerrar los dos días de negociaciones —iniciados el lunes— con un “fuerte apretón de manos”, según expresó un asesor económico del presidente Donald Trump.
El director del Consejo Económico Nacional de EE.UU., Kevin Hassett, declaró el lunes en una entrevista con CNBC que la prioridad para su país es que China deje de obstaculizar el flujo de tierras raras, recursos esenciales para las empresas tecnológicas estadounidenses. A cambio, Pekín exige mayor flexibilidad en el envío de tecnología necesaria para la fabricación de chips.
«Espero que sea una reunión breve que termine con un fuerte apretón de manos. Inmediatamente después, los controles a la exportación de EE.UU. se relajarán, las tierras raras volverán a salir en grandes cantidades y luego abordaremos temas menores», afirmó Hassett.